La moda ha jugado un papel fundamental en la vida de los Mónaco desde hace mucho tiempo. De Grace Kelly y su amistad con Christian Dior, a sus hijas Estefanía y Carolina llenando páginas del jet set internacional durante los años 80 y los 90 donde fueron esplendor, y el cambio generacional que vino con Charlotte Casiraghi y su relación con Chanel, ahora el turno es de su hermano Pierre, quien se ha convertido en el embajador de la maison.
Al igual que su abuela Grace Kelly, que en la década de los cincuenta apostó por la firma francesa para que le diseñara el vestido que luciría al anunciar su matrimonio. Fue entonces cuando se comenzó a forjar su relación con el célebre Christian Dior, modisto en quien confió el resto de su vida para diseñar las piezas que lució en los eventos más exclusivos a los que asistió. Una relación que marcó un antes y un después en la vida de la princesa, siendo el propio diseñador francés quien la acompañó en su transición desde la gran pantalla a ser parte de la realeza en Mónaco.
Por su parte, Pierre Casiraghi se licenció en Derecho en la Universidad Panthéon-Assas y posteriormente se trasladó a Milán para cursar un grado de Economía Internacional y Administración por la Universidad de Bocconi. Tal como afirma la firma francesa: “Pierre es un icono de la elegancia, un hombre de negocios elegante y moderno que busca plasmar una nueva faceta del legado de la sastrería de Dior, reinventado constantemente por Kim Jones como sinónimo de modernidad atemporal”. Una firma de la que su esposa Beatrice Borromeo fue nombrada también embajadora el pasado invierno.