El mundo musical siempre se ha divido en dos bandos; los que prefieren a Los Beatles y los que defienden a brazo partido a The Rolling Stones. Por supuesto que también hay personas tibias que se sitúan en el medio de la cancha, pero, por lo general, el fanatismo obliga a tomar decisiones.
Hace algunos días, Paul McCartney revivió esta guerra eterna. “Ellos (The Rolling Stones) tenían sus raíces en el blues. Cuando escribían, lo hacían junto al blues. Nosotros teníamos más influencias. Hay muchas diferencias, y amo a los Stones, pero The Beatles eran mejores”, dijo el bajista y cantante, encendiendo la chispa. Aunque rápidamente aclaró que “son una banda fantástica” y que, cada vez que puede, los va a ver.
Mick Jagger no dejó pasar el comentario, pero lo hizo con humor. “Esto es muy divertido, hay amor obviamente, no competencia”, contestó. Pero agregó: “La gran diferencia, sin embargo, y esto es un poco en serio, es que The Rolling Stones es una gran banda de conciertos en otras décadas y otras áreas, cuando The Beatles ni siquiera hizo una gira de arenas (…) Se separaron antes de que comenzara ese negocio, el negocio de las giras de verdad (…) Los Stones continuamos, comenzamos a hacer conciertos en estadios en los años 70 y (todavía) lo seguimos haciendo. Esa es la gran diferencia real entre estas dos bandas. Afortunadamente, una banda sigue tocando en estadios; y la otra banda no existe”.
De todas formas, la verdadera rivalidad siempre ha sido avivada por los respectivos seguidores de las bandas y no por sus integrantes. Ambos grupos han tenido una relación afectiva durante décadas, e incluso los chicos de Liverpool le cedieron a Jagger y compañía la canción “I wanna be your Man”, el primer hit de los Rolling.