No todas se atreven, pero entre el clásico blanco y sus tonalidades, algunas arriesgan con algo más de color y escapar de la tradición.
Cuando imaginas una novia caminando al altar, solemos imaginarla de blanco. Un color que guarda la simbología de la pureza y la inocencia. Sin ir más lejos, fue la Reina Victoria de Inglaterra quién, en 1840, hizo de este color la insignia cromática nupcial y desde entonces, otras mujeres lo han lucido para dar el esperado ‘sí, quiero’. Es una tradición, eso es lo que se esperar ver.
Sin embargo, como suele ocurrir con las reglas y normas, siempre hay alguien dispuesto a ponerla en jaque. Y cuando se trata de novias, hay algunas que huyen del blanco. Desde Audrey Hepburn con un minivestido rosa para su segundo matrimonio con Andrea Dotti en 1969, a una joven Sarah Jessica Parker de negro a finales de los 90, o Gwen Stefani con un traje ‘tie-dye’ de Dior en 2002.
Inspiración abunda, aunque sean pocas las que se atreven. Si el negro es quizás demasiado, aquí compartimos algo más de inspiración, y como si se tratara de una princesa de Disney, esta novia inglesa cumplió su sueño y se vistió con la firma Millia London, referente mundial por sus llamativos vestidos en rosa, azul, verde, rojo y amarillo. Sus propuestas rompen con el blanco, las capas de tul, el volumen y los excesos, pero son sus señas de identidad.
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Si los colores fuertes y llamativos no son lo tuyo, más discreta es la paleta cromática del azul. Y en este caso el cielo comienza a abrirse paso entre las novias que buscan un tono para diferenciarse.
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Si lo llamativo o los pasteles no te convencen, quizás sea el turno de los metalizados, marfiles y tonos nude. Similar al blanco y con las mismas normas de estilo a la hora de combinarlo, esta gama tiene un toque de glamour que conquista a novias amantes de lo retro, looks sofisticados y elegantes.
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Si hablamos de novias coloridas y arriesgadas, los estampados no pueden faltar. Además, hay un toque de romanticismo que envuelve estos outfits, las flores.
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Y para terminar, dos tendencias en una. El rosa palo y las aplicaciones. De la fusión de ambos se originan modelos tan especiales como parte de la colección de la británica Jenny Packham. Sí, el nombre que has escuchado cuando hablamos del clóset de Kate Middleton.
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