Revista Velvet | Nicole Espinoza: “Sentí que era tiempo de aparecer”
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Nicole Espinoza: “Sentí que era tiempo de aparecer”

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Nicole Espinoza: “Sentí que era tiempo de aparecer”

POR equipo velvet | 21 septiembre 2025

La protagonista de la teleserie El jardín de Olivia había decidido estar en las sombras. con una carrera sólida en el teatro de muñecos y otras áreas de la actuación, su timidez la alejó del foco público. “Si tu imagen no está disponible, no te ves y por lo tanto parece que no existieras”, precisa. Hace pocos meses abrió Instagram.

Por Marietta Santi Fotos Bárbara San Martín

Nicole Espinoza (36), la protagonista de El jardín de Olivia, es una verdadera revelación. no solo por su talento, que la llevó a destacar en un casting, sino también por lo poco que el público sabe de ella. Los medios han comentado su trabajo como paciente simulado para estudiantes de medicina, así como su primera aparición televisiva en La chúcara, pero nadie ha contado que hace ya una década forma parte de la compañía de teatro de muñecos Viajeinmóvil, que dirige Jaime Lorca.

En obras como Otelo, Chef y Lear, la actriz ha dado vida a marionetas y objetos inanimados, desapareciendo para que los personajes aparezcan. Ha prestado su voz y su alma a los personajes, y con ellos ha recorrido Europa y Latinoamérica.

Pero eso no es todo. También trabajó en una empresa especialista en probar cómo gente común y corriente puede vulnerar sistemas de seguridad, lejos del aplauso y del reconocimiento público.

A su desempeño profesional fuera de los focos, se suma que hasta fines del año pasado no tenía RR.SS. Declaradamente tímida, abrir su Instagram personal fue una decisión meditada.

“Me di cuenta de que necesitaba hacer otras cosas y también que vivimos en una cultura donde se puede confundir visibilidad con valor: porque si no eres visible, si tu imagen no está disponible, no te ves y por lo tanto parece que no existieras o que no estás haciendo cosas”, comenta reflexivamente.

A eso se suma que “encasillarme en una manera de mostrarme, me resultaba un poco difícil, me daba susto, no sabía cómo hacerlo, porque no es algo a lo que esté acostumbrada. Siempre he sido muy tímida y bajo perfil”.

–¿Te pasaba con las RR.SS.?

–Me pasaba que, de alguna forma, el perfil de Instagram, por ejemplo, provoca que inconscientemente nos casemos con una forma de mostrarnos ante el resto, con una forma en que la gente nos va a percibir. Al casarse con una manera, quien mira te exige tener coherencia absoluta con lo que estás mostrando, con tu opinión, con tus fotos, con lo que muestras.

–¿Eso te incomodaba?

–(Pausa) …Creo profundamente en la contradicción, tanto en la vida como en el arte. Creo que la identidad va modificándose en la medida que pasan los años, por eso no puedo responderte por quién fui ayer a nivel de personalidad o creencias, solo puedo responder por quién soy hoy. Puedo pensar distinto al pasado, y eso para mí está bien, es parte de evolucionar, entender y dialogar con la experiencia.

–¿Ser protagonista de una teleserie no choca con estas ganas de ser más privada?

–Quiero trabajar en todo lo que tenga que ver con la actuación: simulación clínica, clases de expresión corporal, audiovisual, teatro de animación. Todo me gusta. Me encantaría hacer cine, me encanta hacer televisión, he tenido muy buenas experiencias. Siempre he querido trabajar y estas ganas de aparecer tuvo que ver con una decisión personal de dejarme ver. Sentí que era tiempo de aparecer y me lo permití.

–Es fuerte la decisión.

–Sí, porque no quería ser vista. Era algo intencional. En un momento me sentí invisible y me dije “esto no puede ser así”. Terminando Juego de ilusiones abrí el Instagram y empecé a publicar fotos que siempre me estoy haciendo como parte de mi book. Hasta el momento ha sido eso, nada más. Voy a ir de a poco, seguro después voy a poner más cosas, no me niego. Entiendo que es una lógica que permite que te muestres y que la gente te conozca; no solo el público, sino también los que te van a dar trabajo. Creo que algo pasa en la vida cuando uno toma ciertas decisiones, los caminos se abren.

–Entrar día a día en el living de muchos hogares es altamente expuesto, ¿pensaste ese punto?

–Cuando acepté la teleserie lo pensé, pero vagamente. Igual, yo paso bien desapercibida, la gente no me reconoce mucho. Ando en metro todos los días. Esta decisión de ser vista también involucraba que la gente me reconociera; no ha pasado mucho y eso me ha permitido estar en un lugar seguro que me acomoda.

Nicole esboza una sonrisa y mira a los ojos. La intensidad con que habla contrasta con su apariencia frágil.

La conversación transcurre en el Teatro Viajeinmóvil, ubicado en Independencia y la segunda casa de la actriz. Ahí nos esperaban con café de grano, dulces chilenos y estufa.

MATEA Y RIGUROSA

Fue a los pocos meses de terminar la teleserie Juego de ilusiones, donde su personaje fue cruelmente asesinado por el psicópata interpretado por Alonso Quintero, que Nicole Espinoza recibió la llamada para participar en el casting para el rol de Diana en El jardín de Olivia. Ella es una joven que busca desentrañar la verdad en torno a la muerte de su madre, para lo que se infiltra en la poderosa familia de los Walker.

–¿Sabías que postulabas al protagónico?

–No, no tenía idea y creo que eso me ayudó a estar más relajada. Meses después me llamaron y por supuesto me sorprendió, se me derrumbaron todas mis creencias porque, claro, pensaba que iban a elegir a alguien con muchos seguidores en redes, porque eso parece ser importante hoy. Me sorprendió que fuese yo y me gustó también, porque creo que es importante abrir posibilidades que permitan que nuevos talentos se puedan mostrar, más aún en un rol protagónico. Por eso tengo unas ganas enormes de hacer un buen trabajo, para que vean que fue una buena decisión y se atrevan a tomarla de nuevo con otras personas.

–Aparte de la sorpresa, ¿sentiste mucho nerviosismo?

–No, debo ser honesta. Con el tiempo he aprendido a estar segura de mis capacidades y eso me lo da la experiencia, a pesar de que me veo súper joven. He trabajado con un equipo sólido en Viajeinmóvil. Lo que hacemos como compañía es precioso, detallista, es preocupado al ciento por ciento. También cuenta el rigor y la formación que adquirí en la Universidad de Chile, donde estudié y la metodología de trabajo que uno desarrolla a través de los años para saber desde dónde te instalas para crear.

–Eres muy rigurosa? ¿Aplicada?

–Siempre he sido rigurosa y bastante matea, en realidad. Me da un poco de risa porque me molestan en todas partes porque soy cuadrada, ando con mis anotaciones. Tengo todos los guiones rayados y hago cuadernos de cada obra que hago, donde anoto todo. Mi mente es frágil, se me van algunas cosas y es porque mi cabeza es así.

–¿Qué te ha pasado con el training para la teleserie?

–Ha sido súper intenso porque me demanda todo el tiempo, literalmente 24/7. Y también por mi personalidad: me meto en lo que estoy haciendo con todo. Estoy realmente de lunes a lunes en esto, llego a la casa y estudio hasta las doce o una, me levanto a las cinco y así, todos los días. El fin de semana también. Me gusta llevar mi continuidad, saber de dónde viene mi personaje y hacia dónde va, qué pasó, siempre estoy aportando con esas cosas para la coherencia de mi personaje.

–¿Tu manera de trabajar ha sido acogida en el equipo?

–Sí, nos sentimos de verdad como en una familia. Cuando uno necesita algo, lo que sea, siempre encuentras una respuesta positiva o apoyo. Para mí, eso es muy importante. Me importa mucho el respeto y si es necesario, lo pido, no tengo miedo en eso. Me gusta porque también dice mucho de mi historia, soy de una familia con mujeres poderosas, súper trabajadoras y capaces de decir lo que piensan. Siempre, en cualquier trabajo, el respeto ante todo.

–Tu personaje, Diana, es una mujer fuerte que busca saber qué le pasó a su mamá. ¿Te gusta ella?

–Me encanta, porque no se casa con una parte de su personalidad, no la puedo encasillar y eso me gusta porque me encantan las contradicciones, en la vida y en los personajes. Puede ser muy dulce, como puede ser muy feroz, lo que me permite mostrar muchas caras. Me gusta darle humanidad. Diana va con todo, para descubrir qué pasó el día de la muerte de su mamá, esa es su misión y su objetivo es que se haga justicia.

Nicole piensa un momento y luego señala que asocia a Diana con la imagen de un volcán. “Está quieta, pero dentro le está pasando de todo… tiene mucha fuerza”.

TEATRO PARA COMUNICAR

Habla con tanta pasión de actuar, que es imposible imaginar que Nicole podría haber estudiado derecho en vez de teatro. “Me decidí muy rápido, aunque tenía dos opciones, ser abogada o estudiar actuación”, cuenta risueña.

Entonces vivía con sus padres y su hermana mayor en Puente Alto, y nunca había visto teatro antes de entrar a estudiar la carrera.

“Mi papá me llevó a ver una obra antes de ingresar a la universidad”, recuerda, y comenta que actuar era para ella como una pulsión. “Era muy loco, porque nunca pensé si iba a tener trabajo o no, que es una de las grandes problemáticas que existen en nuestro rubro. Mi familia no me hubiera podido pagar la universidad, yo estudié con beca, pero me apoyó para que hiciera realmente lo que mi corazón me dictaba”.

–¿Has pensado después por qué escogiste ser actriz?

–Había unas ganas enormes en mí de comunicarme con los demás. Por eso digo que la actuación me salvó de quedarme en mí misma y no querer salir de ese lugar. Todo partió desde lo lúdico, del querer cantar, bailar, dialogar con los demás y relacionarme con el mundo.

–¿Han sido partners con tus papás y tu hermana?

–En general sí, somos muy unidos y son mi mayor apoyo, siempre, siempre, siempre… (repite con los oscuros ojos iluminados).

–Además, deben estar orgullosos de ti.

–Sí, súper orgullosos, sobre todo porque he podido trabajar en lo que estudié y porque ven que soy muy apasionada con lo que hago.

Por sus compromisos televisivos, este último tiempo Nicole no ha podido participar en la compañía Viajeinmóvil, con la que viajó a países como Portugal, España, Inglaterra, Colombia, Brasil, Puerto Rico, Panamá, México, República Dominicana, Cuba, Venezuela, Perú, Bolivia y Argentina.

–¿Por qué elegiste Viajeinmóvil como locación para esta entrevista?

–Elegí este lugar porque me siento más segura, hablando de esa timidez que te contaba, es un espacio familiar. Además, es un teatro que se enfoca en la comunidad, que tiene acceso libre y democrático con el uso del aporte voluntario. Cuando chica, donde yo vivía no tuve un espacio que mostrara obras de teatro, donde pudiese mirar, reflexionar, soñar y vivir otra vida, que es lo que uno hace en el teatro. Una de las cosas por la que el teatro no va a morir nunca es porque tiene la capacidad de conmover, te reeduca emocionalmente porque te obliga a ver, a detenerte y a observar lo que estás sintiendo y de alguna forma tienes que hacerte cargo de eso. Y este teatro, en ese sentido, es un tesorito en Independencia.

–¿Cómo te relajas?

–Me relajo con aromaterapia, eso lo he incorporado con la teleserie. En general hago harto deporte, pero ahora paré porque quería que mi cuerpo se sintiera distinto cuando interpretara a Diana.

–¿Escuchas música?

–Sí, y la he ocupado bastante para relajarme. En general para estudiar escucho música instrumental o clásica. Todo lo que no tenga palabras porque me hace sentir, moverme y que el pensamiento vaya hacia dónde va la melodía.

–¿Perro o gato? ¿Lectora?

–Tengo una gata que se llama Ra, la adoptamos durante la pandemia. Se quedó en la casa de mis papás y la cuida mi sobrino. Voy de vez en cuando a verla, ahora no he podido ir mucho por la teleserie, pero es una felicidad en nuestras vidas. Me gusta leer, pero no he podido mucho en este tiempo. Me gusta Byung-Chul Han, su libro el “El aroma del tiempo” me fascina.

A estas alturas, Nicole Espinoza sonríe acogedora y quedan pocas evidencias de su timidez.

Después de la despedida, camino a su casa reflexiona sobre algunos de los temas tocados y se da el tiempo –entre grabación y grabación– de precisar sus palabras. Matea, sin lugar a dudas.

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