El año pasado la actriz y modelo fue diagnosticada con vértigo por estrés; estuvo tres meses con sensación de mareo y una semana en cama, sin poder pararse ni siquiera a darle un pan a su hija. Por eso dice que, pese a lo malo de la pandemia, necesitaba parar y tener un espacio de introspección. Además, cuenta que el programa MUA (@MUA_contenidos) –que realiza por Instagram junto al maquillador Franklin Athos–, la tiene muy feliz porque le ha permitido mostrarse a la gente tal como es, sin personajes, haciendo frente a sus talentos y también a sus inseguridades.

En tiempos difíciles ver el lado positivo no es fácil, pero, como dice la directora editorial de Revista Velvet, Vanina Rosenthal, se trata de un “camino más complejo, pero también el más florido”, y por eso Pin Montané está en portada y llena de flores.

Josefina Montané dejó todos sus proyectos stand by con la pandemia, sin embargo, al poco tiempo de encierro dijo basta y encontró en el maquillaje una forma de mantener su carácter inquieto en constante creación. “Nunca lo había probado tan profesionalmente como ahora y ha sido un descubrimiento muy lindo (…). Es como pintar un cuadro finalmente, que es algo que también me gusta mucho”.

Además, asegura que la ha ayudado a empoderarse, reflexionar sobre ella misma y que las personas la conozcan desde otro aspecto de su vida más allá de su físico y de los personajes que ha representado en televisión. Para Pin Montané explorar y reinventarse es parte de su personalidad. “Me gustan tantas cosas, y no le tengo miedo al probar, al equivocarme; me gustan esos desafíos, me apasiona el estar siempre inventando cosas y aventurarme en la vida”, comenta.

Como todos tuvo días de bajón durante la pandemia, “pero fueron pocos”, y pese al encierro, ve el lado positivo. “Ha sido lindo estar con Darko y con mis hijas. Creo que necesitaba este stop en mi vida. El año pasado tuve vértigo por estrés, estuve tres meses con sensación de mareo y pasé una semana en cama, sin poder pararme y sin poder darle un pan a mi hija. Fue súper limitante y tuve que trabajar un poco el ‘no estar disponible’. Y este stop vino bien para mí; poder estar en casa, disfrutar de mis hijas, de mi familia. Lo necesitaba. Ha sido entretenida la dinámica que se da, con sus pros y sus contras”.

Aunque no lo parezca, Josefina se define y considera insegura, algo que siente desde pequeña. “Siempre, desde que era chica, la gente opinó de mí sin conocerme, y sólo por mi apariencia física, me imponían características que no tenía, y yo decía “por quéeeeee””. Esas esas experiencias la hicieron desconfiar de las personas y ser más reservada para sus cosas.

Lee la entrevista completa en la nueva edición de Revista Velvet aquí. 

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