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En los últimos años, Camilo Echeverry se ha vuelto uno de los latinos más exitosos en el mundo de la música. Cada una de sus nuevas canciones se convierte en un hit, y también, en un desafío de TikTok. Sn embargo, más allá del listado de sus canciones, hay un dato de su vida personal que pocos conocen. El compositor de 27 años sufre de narcolepsia.
La narcolepsia es un trastorno crónico que se caracteriza por la incapacidad cerebral de regular con normalidad los ciclos del sueño y despertar. En otras palabras, dormir es más bien una pesadilla.
Este trastorno le impide hacer cosas tan sencillas como conducir o ver un programa una película completa. Esto, porque provoca una abrumadora somnolencia diurna y ataques repentinos de sueño. Es decir, se pueden quedar dormidos en cualquier parte, y en segundos. Y, por otro lado, les cuesta mantenerse despiertos por largos periodos.
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Algo que la actriz venezolana y esposa del artista, Evaluna Montaner, reveló en La Peña de Morfi, un programa argentino. Donde comentó que, por lo general, Camilo se duerme muy temprano o no suele juntarse con sus amigos de noche por culpa de este trastorno. “Camilo se duerme muy rápido y es narcoléptico. Entonces no puede atender muchas reuniones de amigos y eso es porque se queda dormido”, dijo Montaner en el programa.
La hija de Ricardo Montaner aseguró que sabía del trastorno antes de su matrimonio en febrero, pero una vez casado tuvo que aprender a vivir con él. Y es que incluso la agenda laboral de Camilo depende de la narcolepsia, ya que tienen que evitar que afecta su carrera profesional.
Un trastorno sin cura…
Hasta ahora, las causas de la narcolepsia son desconocidas. Se sabe que puede afectar tanto a hombres como a mujeres, y los síntomas aparecen por primera vez entre la adolescencia y hasta los 30 años. Entre ellos se destaca una somnolencia excesiva durante el día, episodios de parálisis y cambios en el ciclo de sueño, alucinaciones auditivas o pérdida muscular. Se presentan de forma frecuente, y aunque no sean permanentes, impiden llevar una rutina diaria normal. Ahora bien, si es leve, puede ser controlada con un estricto horario para dormir y llevando un estilo de vida sano.
No existe un tratamiento específico, pero tras el diagnóstico se procede a un tratamiento, control y seguimiento. Además de compatibilizar con neuroestimulantes o incluso medicamentos antidepresivos. Y el apoyo de la familia es esencial.
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