Miranda Rijnsburger, 56 años, lleva más de tres décadas junto al cantante. Sin embargo, poco se le ve y se sabe de ella. Esto, porque vive por su cuenta con sus cinco hijos y prefiere mantenerse fuera de los focos, lo que le ha dado algo de misterio.
Cuando se trata de ser la pareja de un famoso, la discreción no es siempre el sinónimo de sus vidas. Pero cuando se trata de Miranda, es la definición perfecta. En los últimos años, el matrimonio ha decidido vivir en casas separadas. Ella en Miami, en la casa de Indian Creek, con sus hijos (los más pequeños del cantante), mientras él reside en República Dominicana. Sin embargo, nadie pone en duda el estado de su relación. Además, el avión privado del artista está siempre preparado para viajar de un país al otro.
«Miranda es la mujer de mi vida, no podría imaginarme la vida sin ella», ha dicho Julio Iglesias en infinitas ocasiones. Y es quizás el inicio de su relación lo que a marcado cómo se ha mantenido en el tiempo. Se casaron en secreto hace 10 años, en su finca de Marbella, en una pequeña ceremonia. La pareja llevaba 20 años de relación, cuando decidieron casarse en agosto de 2010.
Los únicos testigos fueron sus hijos – Miguel Alejandro (1997), Rodrigo (1999), las gemelas Victoria y Cristina (2001) y Guillermo (2007)– y los guardias de la finca donde pasan todos los veranos. Solo en los últimos años, Julio ha preferido quedarse en República Dominicana y ha sido debido a la pandemia.
Al parecer, son precisamente estas reglas de convivencia el secreto mejor guardado de su larga relación. Por lo demás, Julio siempre ha sido muy independiente y precisa de la distancia. Y Miranda lo sabe. Es más, aseguran que ella no tenía interés en casarse. Y la boda solamente reforzó su complicidad.
Miranda es una ex modelo holandesa, y se conocieron en el aeropuerto de Yakarta, en Indonesia, una mañana de diciembre de 1990. Y a pesar de su cirrículum e historias de amantes, supo que ella sería la mujer de su vida. En aquel diciembre, Miranda se había trasladado a la capital de Indonesia para trabajar de modelo, algo que había empezado a hacer meses antes cuando un fotógrafo canadiense la convenció.
Así, Miranda se convirtió en el refugio de la agitada vida del cantante. Ha dado entrevistas contadas con los dedos de una mano y siempre ha preferido mantener su vida personal en la intimidad. Una de ellas, una entrevista para Vanity Fair España, cuando presentó en sociedad a sus hijas, Victoria y Cristina. En ella, habló de su infancia, del día que conoció a Julio Iglesias y de cómo se enamoraron.
« Lo vi rodeado de mujeres y pensé que alguna de ellas era su esposa. No estaba al tanto de su vida personal. Se acercó y me propuso que fuese a verlo cantar esa noche. Tuve dudas. Yo sabía quién era, aunque lo desconocía todo acerca de su vida personal. Me lo pensé y finalmente accedí», confesaba.
Julio Iglesias lleva 50 años sobre los escenarios, y ha vendido más de 300 millones de discos. Ha estado varias veces entre los 10 artistas más ricos del mundo de la revista Forbes, y su fortuna es incalculable. Y a pesar de los rumores sobre su salud, no se plantea dejar el escenario, y a sus 79 años sigue haciendo música.
Este verano, Julio no regresó a España, al igual que en las últimas temporadas estivales. Miranda sí lo hizo, pero no se ha dejado ver, a diferencia de otros años. Por su parte, las gemelas Victoria y Cristina se han convertido en unas auténticas «socialités». Junto a ellas llegaron también Guillermo -de 14 años- y el mayor de sus cinco hijos, Miguel (o Michael), de 24 años, que luego regresó a Miami para continuar con sus compromisos laborales.
Los días de Miranda en Marbella son tranquilos. Le gusta salir a caminar y montar a caballo.
En los últimos años, los rumores sobre el estado de salud de Julio Iglesias han aumentado. Pero Miranda siempre los desmiente. En verano de 2020 circularon unas fotos suyas en las que se le veía caminando con dificultad y con ayuda de dos personas. No acudió a su casa de Marbella y canceló los dos conciertos que tenía planeados. Sin embargo, el insistió en que estaba bien. «Había tenido un a rotura de la tibia y el peroné, había estado con la pierna para arriba dos meses y estaba flacucho, hecho una mierda. Pero se pasó, estoy bien ya, perfectamente bien», relató.
En agosto, publicó un post en Instagram insistiendo en su buena firma: « Estoy perfectamente bien, con ganas de volver a entrar al estudio y seguir haciendo caminos para cantar con las mismas ganas de siempre». Sin duda, Miranda es el apoyo que necesita.