El director y productor norteamericano Ryan Murphy ha concentrado sus energías en retratar, de manera ficcionalizada, escenas, situaciones, hitos y escándalos de la cultura popular reciente en los Estados Unidos. Desde la pugna entre las legendarias actrices Joan Crawford y Bette Davis en Feud, hasta el caso de O.J Simpson y el crimen de Gianni Versace que justamente son los casos que preceden a esta saga que Murphy denominó American Crime Story y que ahora profundiza en contarnos lo que fue el gran escándalo sexual que vinculó al entonces Presidente de EE.UU, Bill Clinton y la ex becaria de la Casa Blanca, Mónica Lewinsky.
Impeachment, es el nombre de la tercera parte de esta antología que ya está disponible en la plataforma de streaming Star Plus. Se trata de 10 capítulos, que se encuentran en la aplicación buscando la tercera temporada de esta saga, y que retrata uno de los mayores escándalos de la política norteamericana. La propuesta revisita en clave contemporánea las experiencias de las mujeres que estuvieron involucradas en el episodio con el ex Presidente.
Ryan Murphy parece obstinado a contarnos las aristas clave de algunos de los controversiales hechos sucedidos en los 90. Lo de O.J Simpson y Gianni Versace también pasó en la célebre década. Próximamente, el productor prepara una miniserie sobre el romance fatídico entre John Kennedy Jr y Carolyn Bessette. Ahora, este Impeachment es un guion basado en la novela A Vast Conspiracy, de Jeffrey Toobin, y que se ocupa tanto del escándalo político como del revuelo mediático que provocó el llamado “Sexgate”, y que destapó una compleja trama de mentiras elaborada por Clinton a partir de su imagen pública.
Tanto la serie como el caso mismo no comienzan con Monica Lewinsky. Vale recordar que las raíces del caso se encuentran en la denuncia de Paula Jones, una empleada pública que en 1991 acusó al presidente de haberla acosado sexualmente. Pero no fue hasta 1998 que todos los antecedentes reflotaron a partir de una amistad interesada entre Lewinsky, interpretada por Beanie Feldstein (Booksmart), y Linda Tripp, rol a cargo de una genial Sarah Paulson, que a estas alturas se ha transformado en la actriz fetiche de Ryan Murphy.
Tripp, ex funcionaria en la Casa Blanca había intentado sin éxito escribir un libro sobre el suicidio de un asesor presidencial, pero fue despedida hasta una oficina en el Pentágono, lugar donde cultiva una estrecha relación con la ex becaria. Con intenciones tan nobles como dudosas, la mujer convence a la joven de que le confíe quien era la persona con la que está involucrada íntimamente. De esta manera es como explota este caso, ya que Tripp graba las grabaciones que tiene con Lewinsky, registro que termina en manos de un abogado que investigaba al primer mandatario por otras causas.
El actor inglés Clive Owen se transforma en Bill Clinton, en esta serie cuya historia de alguna forma sienta las bases del movimiento #MeToo. También sirve para ser un buen fresco de toda una época, y lo más importante, cómo se mueve el poder y los medios cuando tienen entre manos un caso con este nivel de controversia y morbo. Imperdible.