Los años de la alianza de TVN y Canal 13 para la producción y transmisión del Festival de Viña del Mar terminaron en la pasada versión del certamen. Se abría entonces, un nuevo proceso de licitación, en donde la Municipalidad de Viña del Mar pondría las condiciones y los montos para el próximo periodo. Ya sabemos que el certamen es una de las citas culturales, sociales y televisivas más importantes deel año y la expectación por saber quién tomará la posta en su transmisión es enorme.

El hacerse del Festival de Viña, les permite a los canales, al menos durante todo el mes de febrero, viralizar y difundir su parrilla programática y sus figuras para los primeros meses del año y es un gancho para fidelizar audiencia. Es por esto que, más allá del desembolso de dinero que representa para las estaciones televisivas, adjudicarse la licencia del evento tiene el atractivo de todas las ganancias que les pueden generar.

La “batalla” para la programación de este suele ser muy grande, sin embargo, para esta nueva licitación, casi ninguna de las grandes estaciones televisivas (Canal 13, TVN y Chilevisión) quiso presentarse para obtener estos derechos por diferentes razones. La única que se mantiene en conversaciones es Mega, lo que le permite estar en evidente ventaja frente a sus competidores.

Todo empezó cuando TVN confirmó su baja, al afirmar que los valores ya estaban muy altos, los que incluían incluso la remodelación de la Quinta Vergara. Terminando todo en una oferta que iba en UF 42.000. Amparados en las mismas razones, Canal 13 reveló que tampoco irían por estos derechos, terminando de esta manera con la alianza existente con TVN. A estos se les sumó Chilevisión, quiénes por razones internas, dieron un paso al costado.

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Finalmente, fue Mega quien sigue en pie con la licitación, por tanto, termina corriendo sola y dándose virtualmente como la opción vencedora de los derechos del evento hasta 2028. Para generar su oferta, el canal se alió junto a la productora Bizarro, por lo que ya se empiezan a barajar quienes serían los posibles animadores del certamen, y el nombre de Karen Doggenweiler aparece mencionado naturalmente. Hay que recordar que Mega no se hacía cargo de la transmisión del Festival desde mediados de los años 90, por lo que su retorno se daría 23 años después de aquello.