El mundo está lleno de cámaras. En las calles, en las entradas a los edificios, restoranes, estadios, semáforos… Pero ¿quién está detrás y para qué sirve esa información de nuestras caras? Ese ha sido el punto de partida de C.V. Dazzle, una cultura del maquillaje que explora cómo burlar los sistemas de reconocimiento facial.

Esta tendencia, que no es nueva, comenzó a sonar fuerte especialmente desde el asesinato de George Floyd (distintas investigaciones aseguran que las cámaras de reconocimiento facial tienden a fallar especialmente con las pieles negras). Suma cada vez más adeptos y en redes sociales hay distintos tutoriales sobre cómo lograr maquillajes de camuflaje, aunque desde C.V Dazzle advierten que la efectividad no está garantizada. 

Según un reportaje que publicó el último fin de semana la revista Smoda, “la idea detrás de esta técnica es que las cámaras reducen las caras a píxeles. Y dibujan los rasgos de una persona tomando como referencia el puente de la nariz, la frente, los pómulos, la boca y la barbilla, con lo que si eliminas estos puntos cambiando el esquema de la simetría facial, el software de esos programas no será capaz de hacer encajar las piezas del puzzle. El maquillaje se entiende así como un modo de desafío pero también como una oportunidad para ser creativo en el activismo”.

En el sitio www.CVDazzle.com explican que su finalidad es explorar cómo la moda puede usarse como camuflaje para burlar la tecnología de detección de rostros. “Es básicamente un concepto y una estrategia, no un patrón ni un producto, y siempre está diseñado en relación con un algoritmo específico y único para cada cara”.

El nombre CV Dazzle -dice el sitio- se inspiró en un tipo de camuflaje naval de la Primera Guerra Mundial llamado Dazzle, que utilizaba diseños de inspiración cubista para romper la continuidad visual de un acorazado y ocultar su orientación y tamaño. Del mismo modo, CV Dazzle utiliza diseños de peinado y maquillaje de vanguardia para romper la continuidad de una cara. Dado que los algoritmos de reconocimiento facial se basan en la identificación y la relación espacial de las características faciales clave, como la simetría y los contornos tonales, se puede bloquear la detección creando un “antifaz”.

Fotos: CV Dazzle