Entrevistas

Manuel José Ossandón: “Kaiser ha sido inteligente en esta estrategia populista de los ‘ofertones'”

Manuel José Ossandón: “Kaiser ha sido inteligente en esta estrategia populista de los ‘ofertones'”
Entrevistas

Manuel José Ossandón: “Kaiser ha sido inteligente en esta estrategia populista de los ‘ofertones'”

POR equipo velvet | 04 mayo 2025

El nuevo presidente del Senado habla de las ventajas de Evelyn Matthei por sobre el aspirante más extremo del sector. También defiende la polémica votación que lo llevó a su actual cargo y responde a quienes lo acusan de haber debilitado a la derecha. Y, pese a su histórica rivalidad, también admite que se nota en su sector la ausencia de Sebastián Piñera.

Por Jacinta Molina Inostroza Fotos Bárbara San Martín

Han pasado pocas semanas desde que Manuel José Ossandón (62) se convirtiera en el nuevo presidente del Senado y nadie le quita la sonrisa de la cara. Días en que todavía no habla con Felipe Kast, a quien se impuso por siete votos tras lograr un acuerdo con el oficialismo. “Él está absolutamente enojado y ofuscado”, nos revela sobre su par de Evópoli. Con ese triunfo, otra vez, la derecha se remeció con divisiones internas y declaraciones cruzadas. El exalcalde de Puente Alto defiende que el cargo haya quedado en manos de un partido grande y “no uno pequeño”.

Pese al ruido en sus filas, el parlamentario se ha entretenido estos días en su papel de segunda autoridad del país. “No vengo a calentar el asiento, yo quiero que el Senado vuelva a influir”, advierte. Le sobran anuncios. Quiere llevar a cabo una reestructuración profunda “con los funcionarios, no contra los funcionarios”, también desea estar en la calle e impulsar un plan de contingencia para enfrentar la guerra comercial iniciada por Donald Trump, que incluya la apertura a otros mercados. Le preocupan los titulares internacionales que llegan sobre ese tema.

Ahí parten sus críticas hacia La Moneda en esta conversación con Velvet.

Considera que el presidente Gabriel Boric cometió un error al calificar a mandatario estadounidense de “emperador”. “Lo puede considerar como un insulto y ese coletazo nos puede costar caro”, repara.

Aunque también se suma a las críticas y apunta contra el norteamericano y su desafiante estilo: “No está respetando los acuerdos de libre comercio porque es más grande. Es el típico abusador”.

Nos citó al final de la tarde en la sede del Congreso en Santiago y el senador RN cuenta que apenas ha ocupado su nuevo escritorio. Tampoco lo hará en esta ocasión. Prefiere acomodarse en una larga mesa al costado de su oficina, donde empieza a ordenar tarjetas con los apuntes que preparó previo a esta entrevista.

Aunque no necesita de papeles para disparar. De inmediato define de “amateurismo” el trabajo en el Ejecutivo; también recuerda que un par de su sector le dijo que nunca llegaría al cargo que hoy ostenta por abstenerse en la acusación constitucional contra el expresidente Sebastián Piñera; y destaca –una y otra vez– la experiencia de su candidata al sillón presidencial, Evelyn Matthei. Es su estilo, sello con el que se siente cómodo en todos los escenarios.

–¿Qué responde a quienes dicen que su elección como presidente del Senado proyectó una imagen de ingobernabilidad de la derecha en un año en el que buscan volver a La Moneda?

–Hay medios de comunicación que, en el año 2022, cuando la derecha–teniendo los votos para ganar la presidencia del Senado– votó por Álvaro Elizalde (entonces, senador PS), no tuvo en sus editoriales ni una letra al respecto. Pero ahora que triunfó una persona de Chile Vamos –y del partido más grande– me sacaron la mugre por todos lados. Me parece bastante injusto porque, además, yo dije: “El presidente del Senado tiene que ser de Chile Vamos, ¡check!; el presidente tiene que ser el que tenga más votos, ¡check!; y si hay riesgo de perder por la izquierda, yo me bajo”. ¿Qué más certeza de gobernabilidad?

–¿Más adelante podrán limar asperezas con el senador Kast?

–Ojalá, es un gran tipo. Felipe Kast era mi archienemigo y yo era su archienemigo. En el Senado, trabajando en la comisión de Seguridad, nos hicimos amigos. Él dice que no, pero hasta me invitó a su cumpleaños. Pero la política es la política…; y si él no quería competir conmigo y quería ganar por secretaría, ese es otro problema.

–A lo largo de su carrera política ha debido remar contra la corriente interna, ¿se siente como un ‘llanero solitario’ dentro de su propio sector?

–No, ¿por qué? Al revés. Miren en qué se ha transformado Evelyn Matthei, que va a ser la próxima presidenta de Chile. Ella claramente está buscando acuerdos, transversalidad, derecha social y tomar decisiones en defensa de la gente. Y es lo mismo que yo siempre he dicho.

–¿Cómo evalúa la candidatura de Evelyn Matthei hasta ahora?

–Está recién partiendo. A ver (mira sus apuntes), Chile necesita seriedad y experiencia. No podemos tener otro ‘ensayo’, ya tuvimos uno fallido que es este gobierno. Hoy, los candidatos que tenemos de la extrema derecha son lo mismo, no estamos para otro fallo. Ella tiene experiencia y tiene carácter para tomar decisiones y con su historia: alcaldesa, senadora y excandidata. Con aciertos y desaciertos, con luces y sombras, pero es una persona que ha madurado.

–Usted destaca la experiencia de Evelyn Matthei. ¿Qué necesidad había para dar la entrevista radial en la que dijo que el golpe fue “necesario” y las muertes “inevitables”?

–Ella tiene experiencia, pero el quiebre institucional que ocurrió en Chile fue muy fuerte y eso hace que el país tenga miradas distintas que aún no logran ‘conversar’. Hay negacionismo de izquierda y derecha. Está la gente de izquierda que aún romantiza lo ocurrido en el gobierno de la Unidad Popular y estoy convencido que lo que ahí hubo fue un intento de instalar una dictadura marxista. Mi familia, siendo yo un niño, fue atacada por grupos organizados que querían apropiarse la propiedad de mis padres: nuestra vida estaba en permanente riesgo. Y hay otro negacionismo, el de derecha, que sigue relativizando las violaciones a los derechos humanos durante el gobierno militar, sin entender el dolor que viven decenas de personas que aún no logran encontrar a sus familiares desaparecidos. En el caso de Evelyn Matthei ella lo que dice es que el golpe era inevitable, pero no la escuché justificando las torturas o las muertes.

–¿Usted concuerda con esos dichos?

–Lo que yo digo es que Chile vivía una crisis tremenda. Y acá me quedo con la frase del expresidente Aylwin, quien en ese momento señaló que los militares se anticiparon a que ocurriera una guerra civil o una tiranía comunista. Eso no quiere decir que yo crea en las soluciones violentas, pero creo que en ese momento la política no dio el ancho y por eso se produjo un golpe que desgraciadamente provocó mucho dolor para mucha gente.

–¿Y por qué con esa experiencia a Evelyn Matthei le ha costado pasar la barrera del 30% en las encuestas y hay otros dos candidatos al extremo que le hacen competencia?

–Primero, su campaña no ha partido firme, falta. Segundo, la gente no está ni ahí con las elecciones presidenciales todavía. Y ¿qué hacen estos señores? (Revisa de nuevo sus apuntes). Kaiser le habla al miedo, a la gente que tiene miedo. Y cuando aparece una persona que les da certeza, que creen que va a arreglar todos sus problemas, ‘agarran papa’.

–¿A qué atribuye el crecimiento de Johannes Kaiser en las encuestas?

–Él ha sido muy inteligente en esta estrategia populista de ‘ofertones’ y fue un factor nuevo. Cuando él tenga que dar sustento a las cosas que quiere hacer, ahí va a tener problemas.

–En la eventualidad de que Evelyn Matthei no pase a segunda vuelta y Kaiser sí, ¿votaría por él?

–Yo creo que Kaiser tiene muy poca experiencia, depende de quién tenga al frente…

PECADO MORTAL

–Ha dicho que el “piñerismo” no existe, que solo era Sebastián Piñera, ¿por qué cree eso?

–Sebastián Piñera tenía una personalidad y una inteligencia superior, él movía todo. Tenía tal capacidad intelectual y liderazgo. Yo diría que es de las personas más poderosas de la historia de Chile porque tenía poder económico y poder político. Se murió el presidente y se acabó el “piñerismo”. Nunca existió, eran los seguidores de un líder, pero se acaba el líder y se acaba el “piñerismo”. No lo estoy ninguneando, estoy diciendo que él tenía esa característica y no hay nadie que lo siga.

–¿Y cree que se nota en la derecha la ausencia de Sebastián Piñera?

–Sí, por supuesto.

–¿En qué?

–Bueno, él marcaba opinión. Si Piñera hubiera dicho no quiero o sí quiero que Evelyn Matthei fuese la candidata, marcaba un punto. De ir con el apoyo de Piñera tenías gran posibilidad de ganar. Creo que una de las pocas personas que ganó contra su apoyo fui yo, porque él nunca quiso que yo fuese senador ni me lanzara a la reelección. Nunca quiso y trabajaron para que no fuera.

–¿Se arrepiente de algunas de sus críticas hacia él o de abstenerse en la votación de la acusación constitucional en su contra en 2021?

–Voy a ser súper claro, en el debate presidencial de 2016 él me insultó, me trató de mentiroso profesional y yo le contesté: “No te declararon reo por lindo”. Por supuesto que me arrepiento, porque fue duro; pero fue algo que me salió del alma. Pero sí, fue feo, mal educado y no estoy orgulloso. En el caso de la acusación constitucional, fui el único senador que la leyó y la estudió –aunque se vayan a enojar mis colegas–. Los de derecha tenían que defenderlo y los de izquierda tenían que atacarlo. Y yo lo estudié en firmeza con un equipo. Vi sombras y luces; y no llegué a la conclusión de que era inocente ni culpable. Por lo tanto, actué en conciencia y me abstuve. Y eso ha sido el pecado mortal. Pero no estoy arrepentido. Todo lo contrario, si hubiera que hacerlo de nuevo, lo haría porque tengo agallas para defender mis convicciones.

–Hablemos del gobierno del presidente Boric, ¿cómo evalúa su gestión?

–Yo con él, como persona, no tengo ningún problema. Y no voy a cometer el error que él tuvo con Trump de hacer ataques personales. Me parece una buena persona, bien intencionada, pero no estaba preparado para esto. No tenía equipo. Miren lo que pasó con Isabel Allende, miren lo que pasó con las fundaciones. Es una metida de pata al lado de la otra. Este es un gobierno que ganó, a mi juicio, con un relato falso.

–¿Cuál es el relato falso?

–Prometiendo todas las cosas que iba a hacer y que no hizo. Por ejemplo, perdonar la deuda del CAE, como si todos los que hubieran estado antes en la Concertación y Piñera fueran idiotas; que nadie quiso ayudar a los estudiantes. ¡No, no se podía, no había plata! No le han perdonado el CAE a nadie. Y así puedo estar media hora diciendo todas las cosas que dijo que iba a hacer y que no ha podido. En La Araucanía éramos todos “asesinos” porque aceptábamos el Estado de Excepción en la zona sur… Hoy el gobierno, cada 15 días, llega de rodillas a pedirnos que, por favor, le aprobemos la misma medida. ¿Qué diferencia tiene el Estado de Excepción de Piñera con el de él? Ganaron sobre la base de un relato falso y eso no se va a repetir de nuevo. Y desde el minuto en que el Frente Amplio nombra un candidato como Gonzalo Winter es porque ya renunciaron.

–¿Por qué lo dice?

–Para ser candidato presidencial tienes que tener, por lo menos, un 75% de conocimiento a nivel nacional para existir. Winter no tiene ni la experiencia ni el peso ni el conocimiento para ser candidato. Es re buena persona (señala con su conocido tono acampao), muy simpático y amigo mío; pero en el minuto que lo eligieron candidato es porque están renunciando. Yo creo que van a terminar todos apoyando a Carolina Tohá o alguien así. Esto (la proclamación del diputado del FA) es para no quedar abajo de la fiesta no más.

LA TORPEZA DE LA TORPEZA

–¿Cuál considera que ha sido el principal éxito y fracaso del presidente Gabriel Boric?

–El principal fracaso es no haber cumplido casi nada de las grandes promesas sociales que hizo. Y el gran éxito, yo creo, es que él ha logrado una buena imagen internacional. Su imagen en Chile no tiene nada que ver con la que tiene afuera. No tengo idea por qué, todavía no lo entiendo, pero sí lo he comprobado. Eso es importante para Chile. ¡Ojo! No es menor lograr eso y no es fácil.

–¿Y cuál será su gran legado?

–Podría ser la reforma previsional –aunque no es de él– porque, en el fondo, salió en su gobierno. La gestionaron ellos, pero a contrapelo. Es absolutamente contraria a todo lo que prometieron en la campaña. Pero hablemos en forma positiva, yo podría decir que el presidente Boric logró darse cuenta de su error y fue capaz de enmendar el rumbo en el tema previsional para sacar una buena reforma. Ese puede ser un buen legado de él.

–Uno de los primeros temas que enfrentó la mesa que preside fue la destitución de la senadora Isabel Allende por el caso de la compra de la casa de Salvador Allende, ¿cómo fue ese momento en lo humano?

–Muy duro. Dijimos Aquí hay un fallo que vamos acatar. Pero nadie va a opinar del fallo porque tenemos una señora que no lo ha pasado muy bien en su vida, que lleva 30 años en el Congreso y que tenemos que darle una salida honrosa, sin homenajes, pero honrosa. Yo, como senador Ossandón, no tengo ninguna duda de la honorabilidad de la senadora Allende. Pero creo que lo que pasó aquí es la torpeza, de la torpeza, de la torpeza, porque esto es una torpeza. Claramente, es de parte del equipo de la Presidencia, que es una vergüenza, y también del equipo de Isabel Allende que tiene que revisar los papeles.

–¿Y de ella?

–Por supuesto que tiene responsabilidad y ella lo reconoció, lo dijo en su discurso.

–¿Y del presidente?

–El presidente no puede meterse en esto. El presidente no tiene responsabilidad, su equipo sí. No es responsabilidad de él revisar esos papeles. Yo esperaría que le dijeran: “Presidente, constitucionalmente no se puede comprar (la casa de Salvador Allende)”. Y supongo que no se lo dijeron porque este es un gobierno absolutamente amateur.

Te puede interesar