Al parecer el verano los ha dejado sin tema de conversación al gossip hollywoodense. Ni la batalla librada por las compañías de streaming ni la supervivencia de un sector muy golpeado por la crisis sanitaria, parecen ser suficientes ante esta nueva controversia, que ha tenido una sabrosa repercusión por la popularidad de sus involucrados, sino también porque cuestiona algo muy básico como la higiene personal. Diversos actores y actrices han confesado públicamente su rechazo a las duchas diarias. Esto ha significado que ante cualquier acto de promoción de algún filme o serie nueva, las estrellas de Hollywood tengan que “mojarse” -literal y figurativamente- respecto de este insólito tema.
Consultado por Vanity Fair, el actor Jake Gyllenhaal aseguró que “considero que bañarse no es tan necesario”. “Hay todo un mundo en no bañarse porque es muy útil para el mantenimiento de la piel, y además nos lavamos a nosotros mismos de manera natural”. Por su parte, el matrimonio conformado por los actores Mila Kunis y Ashton Kutcher, han declarado que solo bañan a sus dos hijos, de seis y cuatro años, cuando es estrictamente necesario para prevenir la pérdida de los aceites naturales de la piel. “Para mí, la cosa está muy clara: si se puede ver la suciedad en ellos, lávalos. En el caso contrario, no tiene mucho sentido”, dijo la actriz. Por su lado, Kutcher añadió que, en su caso, solo se lava a diario su “cara, axilas y entrepierna”.
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La declaraciones de las estrellas porfiadas para el agua ha levantado mucha polvareda en las redes sociales. Incluso ha forzado a otros actores ha marcar posiciones en este episodio que ya denominaron como “showergate”. Este es el caso de Dwayne Johnson, La Roca, que le respondió a una tuitera que era lo opuesto a una celebridad que no se lava: “ducha fría cuando me levanto de la cama para empezar el día. Una tibia después del entrenamiento y antes de ir a trabajar. Y un baño caliente cuando llego a casa tras el trabajo. Lavado facial, corporal, exfoliante y canto (desafinado) en la ducha”. Incluso el actor Jason Momoa (Aquaman) tuvo que salir a responder rumores, “no voy a empezar ninguna tendencia… Créeme, yo me ducho”. La estrella musical Cardi B fue más allá, confesó que el hecho de observar a tanta gente hablando sobre no bañarse “le provocaba picazón”.
Curioso debate que en las colinas de Hollywood no es nuevo. Hace algunos años, dos estrellas como Cameron Díaz y Matthew McConaughey iniciaron una cruzada personal contra los desodorantes. “No creo en ellos, son muy malos, no los uso desde hace casi 20 años. Si hueles mal es porque los usas“, confesó la protagonista de Loco por Mary aconsejando la depilación total de las axilas como fórmula para retener los malos olores. En el caso del ganador del Oscar por Dallas Buyers Club, aseguró que “ni colonia ni desodorante”, Pero no han sido los únicos, estrellas clase A como Julia Roberts o Leonardo DiCaprio se han ido en contra de los desodorantes por motivos ecológicos, incluso Brad Pitt reveló durante la filmación de Bastardos sin gloria promovía el uso de toallitas húmedas para bebés como reemplazo de las duchas durante las extenuantes jornadas de grabación. Por su parte su ex, Jennifer Aniston, confesaba darse duchas de 3 minutos o menos para ahorrar agua. Mientras que en los años de Crepúsculo, el entonces ascendente Robert Pattinson contó sobre “lo innecesario que creía lavarse el pelo”.
Pero han salido voces disidentes desde el activismo político. La reputada ensayista y activista Roxane Gay, añadía en Twitter que el hecho de alardear de la falta de higiene es algo que solo los blancos pueden permitirse. “Los negros, los pobres, los inmigrantes o los gordos han sido etiquetados de ‘sucios’ por la sociedad, y les aseguro que no podemos caminar por ahí sin habernos bañado“.