La futura ascensión del príncipe William no solo transformará su rol dentro de la monarquía británica, también abrirá una nueva etapa para sus tres hijos, quienes podrían recibir títulos históricos a medida que avance la transición.
Tras la muerte del rey Carlos III, William se convertirá automáticamente en monarca, elegirá un nombre real y enfrentará decisiones clave sobre la identidad que adoptarán George, Charlotte y Louis en esta nueva etapa. Dado que hoy tienen 12, 10 y 7 años, respectivamente, es posible que muchos de esos cambios se produzcan más adelante, considerando que varias designaciones tradicionales suelen entregarse en matrimonios o al alcanzar la mayoría de edad.
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La historia de los títulos reales es extensa y profundamente simbólica. El reconocimiento de príncipe de Gales, por ejemplo, se remonta a 1301, según Debrett’s. Y marca uno de los vínculos más antiguos entre la Corona y su heredero. Entender qué podría recibir cada uno de los hijos de William permite anticipar cómo se reordenará la familia real en la próxima generación.
El príncipe George será el primero en experimentar un cambio significativo cuando su padre ascienda al trono. Según la tradición, heredará de manera automática el ducado de Cornualles y otros títulos asociados, entre ellos el de duque de Rothesay en Escocia. También existe la posibilidad de que se convierta en príncipe de Gales, aunque esto dependerá de factores como su edad y, eventualmente, su estado civil.
En el caso de William, el título llegó casi de inmediato debido a que tenía 40 años y estaba casado cuando Carlos se convirtió en soberano, pero su propio hijo podría recibirlo más adelante o incluso en el día de su boda si así lo decide el futuro rey. Aun así, no todos los títulos de su padre pasarán directamente a George. El de duque de Cambridge, por ejemplo, regresará a la Corona y podría reasignarse a otro miembro de la familia.
Para la princesa Charlotte, las opciones son más acotadas debido a que los ducados solo se otorgan a hombres y una mujer solo puede convertirse en duquesa mediante matrimonio. Sin embargo, existe un título que destaca por su exclusividad: el de princesa Real. Considerado el honor más alto que puede recibir una mujer dentro de la familia, es un rango vitalicio y profundamente simbólico. Solo siete princesas lo han llevado desde su creación en 1642 por Charles I. Y actualmente lo ostenta la princesa Ana. Charlotte solo podría recibirlo cuando el título quede vacante, lo que significa que no será una decisión inmediata ni automática.
El príncipe Louis, al igual que su hermana, no recibirá automáticamente nuevos títulos cuando William se convierta en rey. Sin embargo, como hombre en la línea de sucesión, podría optar a varios más adelante. El más tradicional es el ducado de York, ligado al segundo hijo del monarca desde 1474, según Debrett’s. Se trata del título que llevó el rey George VI antes de la abdicación de su hermano en 1936.
Pero este camino no está libre de controversias. El nombre York quedó marcado por el escándalo en torno al ex príncipe Andrés, quien perdió ese ducado y todos sus títulos en octubre de 2025. Esa situación ha llevado a especular que el ducado podría no volver a asignarse, dependiendo del clima institucional del momento en que se evalúe el futuro de Louis.
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Aunque cada uno de los hijos de William cuenta con trayectorias posibles dentro del sistema de títulos británicos, gran parte de su futuro dependerá del momento exacto en que su padre ascienda al trono, de las vacantes disponibles y de las decisiones políticas y simbólicas que decida tomar el nuevo monarca. La reconfiguración de roles no será inmediata, pero marcará la forma en que la próxima generación de la familia real británica se presente ante el mundo.