En todas las predicciones de expertos para lo que será el anuncio de nominados al Oscar que se dará a conocer el próximo 8 de febrero, y como ya es de buen ver de un tiempo a esta parte, viene apareciendo el nombre de un filme que, hasta ahora, al menos para este lado del hemisferio nos parecía completamente desconocido. Se trata de CODA, un título que a la vez es una sigla (Children Of Deaf Adults), nos da alguna pista de lo que veremos en pantalla.
CODA es una película independiente, con presupuesto limitado, que luego de ganar el premio a Mejor Film en el reputado Festival de Cine de Sundance -creado por el actor Robert Redford, justamente para reconocer a las producciones que se hacen con escaso financiamiento-, comenzó a sonar con una fuerza inusitada hasta instalarse como segura candidata a disputar los hasta 10 cupos que ofrece la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas para galardonar con el Oscar.
Y es que CODA, escrita y dirigida por Sian Heder, sin muchas expectativas ni actores muy conocidos, se ganó el respeto de los críticos pero sobre todo el cariño del público. Porque sí, es una historia para ver con pañuelitos desechables cerca. Y le contamos porqué. Esta es la historia de Ruby Rossi (interpretada por la muy ascendente Emilia Jones, a quién ya vimos en la serie de Netflix, Locke & Key), que es hija de un matrimonio de sordomudos compuesto por Frank (Troy Kotsur, nominado al Globo de Oro por este filme en la categoría de Mejor Actor de Reparto) y Jackie (la actriz Marlee Matlin, ganadora del Oscar a Mejor Actriz en 1987), y a diferencia de sus padres y de su hermano Leo (Daniel Durant) que también es sordomudo, Ruby es la única oyente y hablante de la familia. Lo que incluye además, ser la intérprete de todos ellos ante el mundo.
La chica está atravesando la adolescencia, con todo lo que eso conlleva y además cultiva una pasión: el canto. En la escuela a la que asiste, participa del coro del colegio donde descubre que tiene una voz increíble, pero que por razones lógicas, su familia no puede apreciar.
Ruby y su familia se dedican al negocio de la pesca artesanal en la localidad costera de Gloucester, Massachusetts y las ganancias no están tan al laza como lo esperan, por tanto la familia necesita de nuevas ideas y potenciar el negocio por lo que su hija es la indicada para ayudarles. Pero ella tiene otros planes para su vida. El coro es la ocupación que más le apasiona y alentada por su profesor de canto Bernardo Villalobos (el actor mexicano Eugenio Derbez), consigue una audición en Berkeley, lo que conlleva alejarse de sus padres por la posibilidad de conseguir los sueños y realizarse como persona.
CODA (Señales del corazón, como reza el subtítulo que le sumaron en la plataforma Amazon Prime Video, donde actualmente está disponible), captura esta idea desde la emocionalidad lo que la transforma en una película familiar, de esas para sentirse bien, y que nos reconectan con los lazos más profundos que nos hacen sentir quienes realmente somos. Si bien cae en lugares comunes para hacer emocionarnos, hay una verdad y una simpleza en la entrega del mensaje que hace que sea imposible que nos moleste.
CODA es una suerte de remake del filme francés La famille Bélier de 2014, pero claramente esta es una versión a la americana, con toda la emocionalidad y los vicios que ya conocemos del cine del país del norte. Por último, una película acerca de personas con discapacidad auditiva nos hace pensar inmediatamente en un filme del año pasado llamado Sound of Metal, que también estuvo nominado al Oscar y que contaba la historia de un baterista que pierde la audición, pero donde aquel filme guardaba una apuesta más experimental y una aproximación más cruda y dramática respecto a esta problemática, CODA es una versión mucho más dulce y luminosa.