¿Alguna vez has dicho cosas como “Debería limpiar un poco”, “Debería superar esto” o “Debería trabajar en mi presentación”? Si es así, podrías estar haciéndote”shoulding” a ti mismo, que viene del “debería” en inglés, según los terapeutas.

Carrie Howard, trabajadora social clínica licenciada y coach de ansiedad en Texas que trabaja con clientes globalmente, explicó a HuffPost: “Hacer ‘shoulding’ es una distorsión cognitiva común”. 

Esto ocurre cuando nos decimos cosas como “No debería comer ese pastel” o “Debería haber respondido de otra manera”, usando términos como “debo”, “tengo que” y “he de”.

¿Por qué puede afectarnos dicha palabra?

Este tipo de pensamiento automático crea una sensación de obligación que no siempre está basada en una evaluación racional. Aunque algunas cosas sí requieren nuestra atención, no todo necesita caer en la categoría de “debería”. 

Estas declaraciones pueden añadir una carga de vergüenza o culpa innecesaria, señala Howard, lo que puede llevar a la procrastinación en lugar de a una acción productiva.

Meghan Watson, directora clínica de Bloom Psychology & Wellness, añadió que el “shoulding” también puede ser un signo de desconexión con nuestros verdaderos deseos. 

“A veces es difícil separar lo que realmente queremos de lo que sentimos que deberíamos querer debido a influencias externas y presiones sociales“, señaló Watson.

Por ejemplo, si te sientes obligado a ser perfecto todo el tiempo, cada decisión puede parecer una enorme presión. O si te dices que deberías superar algo sin procesarlo adecuadamente, te robas el tiempo necesario para avanzar.

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“Cada vez que nos ‘shouldeamos’ automáticamente, pasamos por alto el proceso crucial de verificar con nosotros mismos y confiar en nuestras decisiones“, explicó Howard. 

No se trata de eliminar completamente los “debería”, sino de ser conscientes de nuestras obligaciones reales frente a las impuestas por la costumbre. Para esto, es clave usar la atención plena. 

“Presta atención cuando te escuches diciendo o pensando en términos como ‘debería’ y ‘tengo que'”, aconsejó. Pregúntate si esta obligación está basada en hechos o en sentimientos, y evalúa si se alinea con tus metas y valores.

Una técnica útil es reemplazar “debería” con “elijo”. En lugar de decir “debería hacer mi tarea”, podrías decir “elijo hacer mi tarea porque se alinea con mis metas educativas”. 

Este cambio de perspectiva puede inspirar una acción más significativa y motivadora. Y te ayuda a pensar de manera más constructiva y a decidir si algo es realmente un deseo o una necesidad.