Tanto la Casa Real sueca como la española hicieron cambios en el núcleo activo royal. Y ahora, todo parece indicar que el rey Carlos III seguirá sus pasos.

El rey Carlos Gustavo de Suecia decidió minimizar gastos. Para ello, eliminó los estatus de altezas reales de sus nietos que no son hijos de la heredera al trono, Victoria. De esta forma, no deberán pagar tantos miembros, y ellos podrán ser más libres en cuanto a sus decisiones de vida. Ambos hijos que se vieron afectados por esta situación, Carlos Felipe y Magdalena, aseguraron que apoyaban a su padre y que le veían el lado positivo.

Por su parte, el rey Felipe VI y Letizia también realizaron un adelgazamiento exprés de la familia real. Y es que según los expertos en realeza, tampoco es necesario tener tantos miembros activos, si es que no es necesario.

En el caso de los reyes de España, tras su llegada al trono decidieron limitar la agenda oficial a cinco miembros: los dos monarcas, sus hijas Leonor y Sofia y la reina emérita Sofía. Y es quizás lo que se espera que haga Carlos III. Aunque en el caso del Reino Unido, el nivel de compromisos y agenda es mucho mayor que en la familia real sueca o la española. Por lo mismo, la reducción debería ocurrir, pero no ser tan radical.

El recorte de los Windsor podría reducirse a siete miembros: el rey y la reina consorte, la princesa Ana, los príncipes de Gales y los condes de Wessex, Eduardo y Sofía. Además, ya se ha sugerido que el nuevo rey podría seguir los pasos de Gustavo de Suecia y despojar a sus nietos del título de Alteza Rea, pero solo en los casos de Archie y Lilibeth, hijos de Meghan y Harry.

Es más, recientemente se habló en medios británicos que esto era un hecho, y que el rey Carlos III solo estaba esperando las próximas publicaciones de su hijo, para tomar la decisión. Por otro lado, ya están fuera del alero real, no cubren sus gastos ni se implican en su vida. De ahí que la decisión del rey sea casi inminente.

Harry, Meghan y sus dos hijos ya están fuera. Kate y William no lo disimulan y es algo que no quiso evitar Isabel II, quien, aseguran, habría sacado de su testamento a Meghan Markle y su hija Lilibeth, para dejarle todas sus joyas a la princesa de Gales y Charlotte. Una decisión que habría tomado porque no logró perdonar las acusaciones de racismo de Markle.

Por otro lado, el príncipe Andrés debería correr la misma suerte. El hijo favorito de la reina Isabel II es blanco de críticas y manifestaciones antimonárquicas. El escándalo sexual, con tráfico de menores incluido vinculado a Jeffrey Epstein, no se olvidará jamás.

Así también, se espera que su Majestad, aclare si permitirá que Harry siga usando Frogmore Cottage en Windsor, cuando los duques visiten el Reino Unido. O si su hermano Andrés podrá vivir en Buckingham Palace, junto a su ex, Sarah Ferguson, quien también reside allí. Recordemos que la pareja se separó en 1996.

Aunque Andrés y Sarah fueron los elegidos por la reina Isabel II para ocuparse de sus queridos perros, no pareciera tener la confianza del rey Carlos. Es más, recientemente se publicó la supuesta “conspiración” que habría liderado Lady Di y Andrés para que William fuera el heredero al trono en vez de su padre.