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Jeff Bezos, fundador y presidente ejecutivo de Amazon ha sido demandado por una empleada suya por las condiciones laborales en las que trabajó. Lo curioso es que la demandante no trabajaba en uno de los centros logísticos de Amazon sino en una de las mansiones del multimillonario.
La demandante es Mercedes Wedaa, a la que Bezos contrató para limpiar su mansión de Seattle en 2019. La empleada del hogar lo ha demandado por las condiciones “inseguras e insalubres” en las que trabajaba. Según Wedaa, tanto ella como sus compañeras tenían que “saltar por la ventana de la sala del lavado para poder ir al baño”. Esto porque no les cedieron ningún baño de fácil acceso y les prohibieron usar uno más cercano.
La demandante afirma que algunas de las empleadas del hogar sufrieron frecuentes infecciones urinarias, porque “tenían que pasar gran parte del día sin poder usar el baño”. Además, al personal se le prohibió acceder a la casa cuando la familia del propietario estuviese presente, a menos que estuvieran limpiando.
Wedaa alega que trabajaba entre 10 y 14 horas al día y que no les daban suficiente tiempo de pausa para las comidas o para el descanso. Además, asegura, que ni siquiera tenían una sala para esos momentos. Según la versión de la ex empleada, las trabajadoras sufrían diariamente discriminación racial por su origen hispano. En cambio, el administrador era “respetuoso y educado” con los jardineros y el personal de mantenimiento blanco. Finalmente, Wedaa fue despedida después de presentar quejas sobre las condiciones laborales que sufría cada día.
Por su parte, el abogado de Bezos, Harry Korrel, juzgó de “absurdas” las declaraciones de la ex empleada. Y defiende a su cliente asegurando que la demanda llegó después de que se negaran a indemnizarla por más de nueve millones de euros. Monto que ella demandaba por su despido.
Además, el abogado explica que la denunciante quería ganar un sueldo que ascendía a las seis cifras anuales. Y que incluso llegaron a nombrarla jefa del resto de su equipo. “Hemos investigado las denuncias y carecen de sentido”, explica Korrel en un comunicado en el que también negaba las acusaciones sobre la inexistencia de baños o salas de descanso.
En abril de 2021, Jeff Bezos se vio involucrado en otra polémica por las condiciones laborales de los empleados. Se reconoció que los conductores orinaban en botellas por falta de tiempo o de baños. “Sabemos que nuestros conductores están teniendo problemas para encontrar servicios higiénicos debido al tráfico o, a veces, a las rutas rurales”, dijeron en su defensa los representantes de la compañía; además, añadieron que era algo que sucedía desde hace tiempo y que era común en toda la industria y “no un problema específico de Amazon”.
