Quizás muchos lo hayan notado, pero desde hace ya bastantes años que el príncipe William luce una cicatriz en la frente, que para los más atentos es una de sus marcas corporales más características. El marido de Kate Middleton ha comparado esta marca con la cicatriz de Harry Potter. Aunque, a diferencia del joven mago, esta distinción está lejos de ser una marca de nacimiento.
Es una cicatriz que si la iluminación le favorece, logra pasar inadvertida, pero a veces luce bastante evidente, y para quienes han compartido con el royal, despierta curiosidad al estar en el rostro del príncipe de Gales. Y para los que desconocían la historia, el propio William se decidió a contarla.
Sucedió durante una visita a la start-up sostenible Notpla, especializada en envases sostenibles y ganadora del premio Earthshot 2022. Durante el encuentro que tuvo con el fundador de la compañía, William contó la anécdota que hay detrás de su cicatriz en la frente. En el momento en que el empresario le mostraba al heredero al trono británico una camiseta de golf hecha con algas, William expresó su rechazo hacia ese deporte.
“Mientras el príncipe miraba la camiseta, le pregunté si le gustaba jugar al golf. Señalando la cicatriz, me contestó sonriendo: ‘¡Nada de golf para mí! ¡Nada de golf para ella!’ (señalando a la cicatriz)”, fue el diálogo que sostuvieron, a partir de las declaraciones que el director de esta start-up entregó a la revista People.
Luego William contó la razón por la cual sentía aversión por este deporte y tiene que ver con una anécdota de la infancia. Resulta que siendo un adolescente, durante un partido un amigo le golpeó accidentalmente en la frente con un palo de golf con tanta fuerza que terminó en el hospital. “Solo me acuerdo de que estábamos mi amigo y yo en la cancha, entonces apareció de la nada un hierro 7 y me golpeó en la cabeza”, contó el padre de George, Charlotte y Louis.
“Es como la cicatriz de Harry Potter, a veces se pone roja y la notas más, otras en cambio ni se ve”, explicó el príncipe.