En la soledad del cargo, Lady Di supo encontrar en quienes confiar dentro de Palacio y Sarah Ferguson fue una de ellas. Por lo mismo, no es raro pensar que también tendría cierta cercanía con su ex marido, el príncipe Andrés. Llegando incluso a conspirar juntos, según la escritora Angela Levin.
Recientemente, el diario británico The Telegraph escribió sobre el nuevo libro de Levin, “Camilla, From Outcast to Queen Consort”. En él, habla sobre las relaciones de la reina consorte con la familia real británica. Y contiene interesantes declaraciones de la ex duquesa de Cornualles.
Es de conocimiento popular que Andrés no mantiene la mejor relación con Carlos. Y, según la autora del libro, Andrés “presionó” a la reina Isabel II para evitar que su hermano mayor fuese rey. Para ello, “conspiró” con Diana de Gales. ¿Cuál era el plan? Lograr que, en el caso del fallecimiento de la monarca, fuese el príncipe William quien accediera al trono, y el regente.
En esta nueva biografía, la escritora cuenta que fuentes muy cercanas a la familia real confirman que el príncipe Andrés tenía intenciones de ser regente, cuando William era todavía menor de edad.
Recordemos, que siempre se ha dicho que Andrés era el ojito derecho de la reina Isabel. Por lo mismo, con ese gran detalle a su favor, trató de convencer a la reina. E hizo campaña en contra del matrimonio de Carlos con Camilla, asegurando que la ahora reina consorte no era una persona de fiar.
Sin embargo, uno puede tener intenciones que el destino no atiende. Años después es precisamente el príncipe Andrés quien ha sido alejado de los royals activos de la familia real. Y el escándalo sexual que lo relaciona con su amigo Jeffrey Epstein no es precisamente la mejor carta de presentación.
Por su parte, el Daily Mail también citó información extraída del libro. Aseguran que el duque de York fue “muy desagradabe” con Camilla. Y conspiró con Diana para evitar lo que ha ocurrido tras la muerte de Isabel II.
Angela Levin cita a un “informante de alto nivel” para afirmar que “Andrés presionó mucho con la esperanza de que Carlos no se convirtiera en rey cuando muriese su madre y que William sería quien llevase la corona”. Además, dice que “cuando Diana estaba viva, a través de su amistad con la esposa de Andrés, Sarah, conspiró con él para tratar de hacer a un lado al príncipe Carlos para que el príncipe Andrés pudiera convertirse en regente del príncipe William, que entonces era un adolescente”.
“Eran tiempos oscuros y extraños, donde la paranoia se hizo realidad y esto era una preocupación”. Incluso, agrega, “el comportamiento” del duque de York “fue muy muy negativo y extremadamente desagradable para la reina (Isabel)”, “quien no estuvo de acuerdo”, escribe la autora.
Además, Levin sostiene que Andrés solía lograr sus objetivos cuando se trataba de su madre, pero esta “era una de las raras ocasiones en las que no se salió con la suya”.
Evidentemente esto provocó una respuesta en el exmarido de Sarah Ferguson. “Estaba muy enojado porque no podía gobernar el país de alguna manera. Se mostró tan hostil a la aparición y aceptación de Camilla que es dudoso que alguna vez haya sido perdonado” por los nuevos reyes, afirma la autora de esta biografía. Quien también explica que Andrés ha sido siempre una fuerte oposición para la actual reina consorte.
Es más, “trató de convencerla (a la reina) para que impidiera que Carlos se casara con Camilla siendo bastante venenoso, malo, inútil y muy desagradable” con ella.
Para el hermano del actual rey Carlos III, la pareja de su hermano no era lo suficientemente aristocrática y menos digna de su confianza. Algo que de cierta forma siempre se mantuvo en el aire. Porque en 1998, cuando el entonces príncipe Carlos cumplió 50 años, ni la reina Isabel ni el príncipe Felipe, acudieron a su fiesta de cumpleaños para no encontrarse con Camilla.
Antes de su divorcio con Andrew Parker Bowles siempre fue bienvenida por los Windsor, incluso “solía ir a Balmoral y unirse a la familia real. Se llevaban maravillosamente bien con ella. Pero cuando el matrimonio fracasó y ella estaba con el príncipe Carlos, fue rechazada y se llevó toda la culpa”.
Ahora, según la prensa británica, que el príncipe Andrés fuera de sus títulos y rangos militares, fue debido a la presión de Carlos III, y de su hijo William. Quizás, la “conspiración” tiene más realidad de lo que se puede imaginar.