Con “Octavia viajando”, la joven ingeniera Victoria Ansaldo recorre y promociona las bellezas naturales del país a bordo de una Kombi Volkswagen del año 85 acondicionada para vivir en ella.

¿Quién dijo que para adentrarse por la carretera austral se necesita un todo terreno? ¿Hay que tener tracción en las cuatro ruedas para subir a la cordillera de Atacama? Pues no. Victoria Ansaldo, joven ingeniera civil de 26 años lleva tres años rompiendo mitos sobre el turismo en carretera junto a Octavia, su ondera Kombi Volkswagen del año 85 especialmente acondicionada para vivir en ella… y hasta con señal de wifi.

@Octaviaviajando es el proyecto de turismo sustentable con que esta embajadora Dove se propuso mostrar las bellezas naturales del país y, de paso, dotar de material audiovisual a los emprendedores turísticos con que se fue encontrando en el camino desde 2019.

“Siempre tuve un espíritu viajero, aventurero, y desde el colegio que rayaba con las kombis, porque siempre me gustaron los autos antiguos. Además, cuando era chica, mi papá tenía una camioneta Chevrolet que, cuando viajamos, le sacábamos los asientos de atrás y nos íbamos con mi hermana jugando. Y, de hecho, tuve una una motorhome de la Britney Spears de Barbie”, cuenta y ríe.

¿Por qué llamarla Octavia?

Porque quería personificarla. Era como un proceso de, digamos, empoderamiento femenino. Entonces quería que, además de ser rosada, fuera una compañera de viaje. Un refugio. Como mi idea era viajar sola y que si alguien se quería unir o se cruzaba en mi camino y quería ser parte, era bienvenido, yo tenía que sentirme segura. Y el nombre Octavia, que es de origen romano, es como bien empoderado, fuerte, de emperador.

Victoria cuenta que parte de sus compañeros de ruta ocasional han sido otros emprendedores de turismo, con los que ella intercambia experiencias en destinos a cambio del espectacular material audiovisual que registra con sus cámaras de fotos, video y tomas áreas de dron.

Acá Victoria comparte destinos deslumbrantes hasta donde cualquiera con suficiente combustible y ganas de aventurarse en bellos paisajes puede llegar.

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TIERRA DEL FUEGO: “Me encanta, pero particularmente la parte sur. Me produce mucha curiosidad visitar esos lugares de los que no se sabe tanto, no hay tanta información ni tantas fotos. Y cuando llegué fue como, ¿qué onda este lugar con tantos pingüinos? O esos campos con turberas gigantes. Me encanta fotografiar paisajes así, místicos y dramáticos. Montañas gigantes y personajes que siento que tienen mucha historia viva”.

CAMPING PEHOE DE TORRES DEL PAINE: “Es como estar en medio de un documental, constantemente cuando vas manejando pasan pumas. Y la vista es magnífica a los cuernos del Paine, una de las mejores para mi gusto. Además, la gente que llega y conoces acá es genial”.

LLANADA GRANDE: “Es la caída de agua más linda que he visto. Está en Los Lagos. Había escuchado mucho y quería ir por- que nunca había visto una foto de ella, apenas con suerte la de un puente que era conocido. Entonces, descubrir lugares así, a los que llegas después de tomar una barcaza y cruzar un lago, es fantástico. Aguas azules preciosas y montañas maravillosas. De verdad creo que es uno de los saltos de agua más lindos que he visto”.

CORDILLERA DE COPIAPÓ: “La Octavia llegó a los 4300 metros, casi 4500 metros de altura sin problema. Vimos zorros, vicuñas, flamencos. Y estuvimos en el Salar de Pedernal, Laguna Verde, Laguna Negra y el Salar de Maricunga, que está en peligro porque está siendo extraído ahora por el litio que está en peligro. ¡Ah! Y está la Laguna del Negro Francisco que es parecido a San Pedro, por así decirlo, pero no hay nadie”.