Es en los momentos más difíciles cuando los verdaderos amigos demuestran el poder de la amistad. Y ahora ha sido el exesposo de Britney Spear quien ha manifestado su apoyo a la princesa del Pop.
Kevin Federline, reveló a través de su abogado que quiere lo mejor para la cantante. “Lo mejor sería que su madre estuviera sana y feliz. Y si alguna de esas cosas no es cierta, no proporciona el mejor escenario para que se ejerza la custodia”, dijo Mark Vincent Kaplan a la revista People, haciendo referencia a los hijos de la pareja, Sean Preston y Jayden James. Además, el representante legal de Federline comentó que él solo tiene buenos deseos para su ex pareja, ya que eso beneficia a sus hijos.
“Kevin ciertamente respeta a Britney y solo espera lo mejor para ella porque cuando se logra lo mejor para ella, es lo mejor para sus hijos. Los niños aman a su madre y él quiere que haya una relación sana y sólida”, dijo Kaplan a la misma revista.
Para Kevin Federline, “la tutela no le ha servido y no es consistente con lo que ella quiere. Creo que ella debería poder enfrentar eso. Y si es lo mejor para ella, Kevin la apoya”, finalizó.
Sobre la salud mental de Britney, el abogado del DJ y rapero manifestó su preocupación: “Si fuera necesario, tenemos que preocuparnos si ella está bien (con las dosis de litio que está recibiendo). Y si ya no es necesario, eso también es genial. Sólo quiero asegurarme que todas las consideraciones se tengan en cuenta si se busca cambiar la orden de custodia… Si es que llega alguna vez”.
Tiempo atrás Kevin interpuso una orden de alejamiento contra Jamie Spears, acusándolo de abusar de su nieto Sean. Sobre esto, el abogado de Federline comentó que “Si se cumple la orden de alejamiento, como se ha hecho hasta ahora, creo que se puede restablecer la relación de Jamie con los chicos”. Una orden que en su minuto perjudicó a Britney Spears.
Recordemos que Britney Spears y Kevin Federline terminaron su relación en 2006, poco después el nacimiento de su segundo hijo Jayden James. Y la tutela llegó precisamente después de su divorcio, cuando comenzó a comportarse de forma errática tras perder la custodia de sus hijos. Algunos incidentes públicos despertaron preocupación y junto con afeitarse la cabeza, fue internada dos veces en 2008.