En una reciente entrevista para el The New York Times, la actriz británica reveló que se rehusó a varios intentos, por parte de la producción de Mare of Easttown, de hacer su personaje más atractivo físicamente. En la miniserie, Kate Winslet interpreta a Mare Sheehan, una detective de una pequeña ciudad de Pensilvania que investiga un asesinato local, mientras su vida privada es un caos.
Para la ganadora del Oscar, fue prioridad exigir que Mare pareciera una mujer de mediana edad real. Por lo mismo, cuando el director Craig Zobel le dijo que ese par de “rollitos” podían ser eliminados de su abdomen en una escena de sexo, Winslet se negó. “No te atrevas”, fueron las palabras exactas de la actriz.
Pero el abdomen de Winslet no fue el único “problema” para Zobel. Según el mismo medio, la protagonista de la miniserie rechazó dos veces la publicidad de Mare of Easttown porque estaba “demasiado retocada”. Desde la producción le dijeron que no podía hacer eso, pero Kate fue más allá y se negó rotundamente. “Chicos, sé cuántas arrugas tengo, por favor, póngalas otra vez”. Y aseguró que le pasó lo mismo anteriormente con unas imágenes en las que su piel se veía “demasiado bien”.
Para Kate Winslet la idea de representar a una mujer de mediana edad era precisamente que su personaje conectara con las personas. Y para ello debía ser “sin filtros”, según reveló al TNYT. “Ella es una mujer activa, con defectos, con un cuerpo y un rostro que se mueven de una forma que refleja su edad, vida y el lugar en el que vive”, explicó en la entrevista. Es más, es algo que hicieron incluso con el vestuario. La ropa que compraron la dejaron arrugada y amontonada en el piso de su tráiler para que todos sus outfits parecieran realmente gastados y arrugados.
La serie resultó ser todo un hit y está disponible en HBO Max. Según la misma protagonista, parte del éxito de la miniserie se debe precisamente al realismo de Mare Sheehan.
Para Kate Winslet el tema de la imagen y el body shaming siempre ha sido un tema. Es más, cuando se volvió famosa fue algo que sintió como un acoso. “Recuerdo sentirme tremendamente acosada por la prensa, hostigada de una manera horrenda. Me llamaban ‘weighty Katie’ (Katie la pesada), especulaban con qué dietas hacía, cuánto pesaba… Ahora ha cambiado drásticamente, pero cuando pienso en cuando tenía 18, 19, 20, 21 años… Tu cuerpo cambia tanto entonces, ni siquiera te has asentado en la mujer que vas a ser. Es una época sensible y vulnerable”, comentó este año durante el podcast WTF.
La actriz de Titanic sabe que las cosas han cambiado, pero en su minuto no quería ni si quiera viajar a Estados Unidos. “No quería ir a Hollywood porque pensaba, ‘si esto es lo que publican en Inglaterra, ¿qué pasará cuando llegue allí?’ La verdad es que no fue sencilla para nada esa etapa, me sentía realmente muy sola”, confesó al The Guardian.
La actriz ha comentado que es un tema superado, y que el nacimiento de su hija Mia cuando tenía 25 años, fue clave. Cambiaron las prioridades en su vida y dejó de preocuparse por las opiniones infundadas de los demás. Sobre todo si se trataba de su cuerpo. De ahí la importancia que le da a la realidad.
“Me gustan sus heridas y sus cicatrices, su culpa y sus defectos y el hecho de que no tiene interruptor, no tiene botón de apagado”, ha dicho sobre Mare. Y agrega, “Ella solo sabe que tiene que seguir“. Evidentemente a Kate Winslet no le importan las patas de gallo.