Este miércoles Isabel Preysler protagoniza la portada de revista ¡Hola! bajo el título: “Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente”. Si bien para muchos es una mala broma por el Día de los Inocentes, la prensa española asegura que era algo que se veía venir.

Tras casi ocho años de relación Isabel Preysler (71) y Mario Vargas Llosa (86) han roto. Y más allá de la entrevista en la reconocida revista española, la socialité ha confirmado que no hará más declaraciones al respecto, agradeciendo de paso “a los amigos y medios de comunicación que nos ayuden con esta decisión”.

Según la publicación no hay vuelta atrás y sus casi ocho años de amor con Mario Vargas Llosa, escritor, político, Premio Nobel de Literatura y su compañero desde febrero de 2015, ha terminado para siempre. Pero, ¿cómo esta historia de amor llega a su fin? 

El origen de la relación…

En 2015, Porcelanosa organizó un viaje para conocer al entonces príncipe Carlos de Inglaterra en el palacio de Buckingham. Y fue en ese escenario en el que reencontraron Isabel y Mario, quienes se conocían desde los 80. Es más, su amistad también la vivieron junto a sus ex parejas Miguel Boyer y Patricia Llosa, respectivamente. Hasta aquel viaje Isabel llegó viuda luego de 30 años de matrimonio con Miguel. Por su parte, Mario llegaba separado de Patricia tras 50 años de matrimonio. Y fue en ese momento en el que la chispa se encendió.

Con el paso de los años la pregunta sobre un matrimonio era recurrente, sin embargo, aquel día nunca llegó. “Estamos maravillosamente bien como estamos. Somos muy felices así y, por el momento, y a estas alturas de la vida, no vemos la necesidad de cambiar nuestra situación. Mario me ha pedido que me case con él, pero aún no le he respondido. Nada está descartado en nuestro futuro. Todas las opciones son posibles”, decía ella en 2018. Y de cierta forma ahora la separación se traduce simplemente en dejar de vivir juntos.

isabel Isabel Preysler, Mario Vargas Llosa y Tamara Falcó.El medio español afirma que a mediados de diciembre, y luego de una escena de celos infundados, Mario salió de la casa de Isabel en Miraflores y se instaló en un departamento en el centro de Madrid. Sin embargo, no es la primera vez que esto ocurre, ya que anteriormente el escritor también habría dejado la casa que compartían por celos. “¡No hay ni comparación! Mario es muchísimo más celoso que yo”, aclaró Isabel en una entrevista en la que se le preguntó quién era el más celoso de la relación.

“Esto que nos sucedió a nosotros fue inesperado. No era algo que nos imagináramos que fuera a ocurrir, pero ocurrió. Estamos en una etapa muy bonita, muy feliz, dando los pasos que se van dando, cuando se han de dar”, comentó la socialité a la prensa española cuando la entrevistaron en su primer año junto. “Este ha sido el año más feliz de mi vida”, afirmó en aquella ocasión.

Camino al fin…

Según fuentes cercanas a la pareja, los últimos meses no han sido fáciles. Además, afirman que su convivencia se había vuelto complicada debido a sus trabajos. Se dice que Miraflores perdió la paz y desde hace tiempo a la pareja se la ha visto menos veces en público. Mario no la acompañó a la boda de su estilista Cristina Reyes, a la que asistió junto a sus hijas Tamara Falcó y Ana Boyer, y tampoco viajó a las Maldivas con la familia para celebrar el cumpleaños de Tamara.

Este año la vida de Preysler estuvo muy marcada por la muerte de su madre, con quiera era muy unida, y luego por el polémico quiebre amoroso de Tamara Falcó. Por lo mismo, la prensa española tuvo con qué entretenerse lo que de cierta forma silenció la ausencia de Vargas Llosa en la vida social de la pareja.

Según la revista española, con la cual Isabel mantiene una amistad muy cercana, la madre de Tamara quiere una vida familiar tranquila y sin sobresaltos. Si bien confirman que está triste, al mismo tiempo afirman que la fortaleza que la caracteriza la hará salir adelante. Por su parte, el Premio Nobel vive estos días en el centro madrileño hasta donde han llegado sus hijos y nietos a visitarlo.