Aunque actualmente la agenda de Isabel II se rige más bien por su estado de ánimo y, a veces, delicada salud, la monarca mantiene su actitud positiva y así lo confirmó al acudir por sorpresa a una especial inauguración de metro en Londres. 

El palacio de Buckingham había declarado previamente que sería el príncipe Eduardo quien acudiría a la cita «para celebrar la finalización de la línea Elizabeth, nombrada así en honor a su majestad la reina». Sin embargo, Su Majestad volvió a la acción.

Tras asistir al Royal Windsor Horse Show el pasado fin de semana, y al A Gallop Through History el domingo por la noche, los ánimos de Isabel no mermaron, y le permitieron asistir acompañada de su hijo luciendo más alegre y activa que nunca. 

Llevando un llamativo conjunto amarillo, combinado con un sombrero del mismo color, perlas y un broche de brillantes, Isabel se reunió con el personal clave del proyecto que se encargará de la gestión de la nueva línea ferroviaria, donde también estuvo presente el primer ministro Boris Johnson.

La reina recorrió la estación durante algunos minutos antes de revelar una placa conmemorativa y adquirir el primer billete adquiriendo una tarjeta Oyster conmemorativa de la línea Elizabeth, que procedió a recargar con ayuda del personal de Crossrail.