Pocas marcas son parte del ADN nacional como Monarch. Su apuesta por el diseño local y el uso de materias primas de primer nivel, en sintonía con las tendencias de última moda, son parte de la tradición que Paz Macera, gerente de productos y diseño, ha cuidado en los últimos 20 años.

Por Claudia Paz González Retrato Bárbara san Martín Maquillaje @alepmakeup

Paz camina por la planta de producción de la empresa Monarch con una mezcla de garbo y cercanía que en nada sorprende a los operarios que la conocen desde que era una veinteañera, cuando daba sus primeros pasos como Product Manager. Desde la operaria que alaba su look hasta el técnico que la saluda con una sonrisa, las muestras de cariño que la Gerente de Productos y Diseño recibe a su paso dan cuenta de un clima laboral donde la armonía fluye. “Agradezco siempre haber desarrollado mi carrera en este lugar, donde he podido plasmar mis intereses y he tenido la libertad para crecer en un momento donde todo es innovación y creación. A los pocos años de haber ingresado a Monarch, comencé con los viajes al extranjero, los cuales siempre han sido una parte muy importante de la reinvención constante que nos caracteriza como marca”, cuenta.

Si bien la influencia europea y de las grandes capitales de la moda es innegable, el gran plus de Monarch es que es una de las pocas marcas nacionales que fabrican en Chile, en plantas de producción de primer nivel, con máquinas italianas trabajando constantemente. Pero, no sólo eso, a través de distintas iniciativas se han asegurado de nutrirse de savia nueva. “Estamos cumpliendo un año de nuestra campaña Orgullosos de Fabricar en Chile, una iniciativa que nos llena de felicidad porque producir en nuestro país es todo un desafío. Tenemos que tener los productos que el mercado necesita en el momento exacto y para esto debemos salir al mundo a buscar materias primas, tecnología, maquinaria y tendencias. Por esta razón, los viajes son claves. En el fondo, capturamos todo lo que está pasando en el mundo para traerlo a Chile y producirlo en nuestras propias plantas”, explica.

Hoy, Monarch ofrece a sus consumidores todo lo que necesita en el diario vivir, desde la línea Esencial, con prendas básicas, hasta productos que dan cuenta de las últimas tendencias de la moda. “Toda nuestra cadena de producción nos asegura estar abasteciendo las necesidades de nuestros clientes y ahí está la clave de nuestro éxito”, asegura. Antes de que el body positive se tomara la agenda, Monarch ya contaba con tallas para todos los cuerpos, algo que Paz supo anticipar como pocas ejecutivas del mercado nacional. Dice que el permanente contacto con nuevas generaciones les permite estar al día: “Llevamos más de 10 años trabajando con distintas universidades. Se nos abrió un mundo nuevo; rodearse de jóvenes ha sido muy enriquecedor. Fundamentalmente, hoy trabajamos con la carrera de Diseño, presentando, en distintos ramos, problemáticas o situaciones de nuestras marcas para generar soluciones. Los resultados son increíbles, de mentes jóvenes e informadas. Por esto, es importante empaparnos de sus necesidades y anhelos”.

Paz cuenta que en Monarch también promueven el diseño nacional: “Hemos realizado dos colaboraciones, con las diseñadoras Lupe Gajardo y Victoria Raveau, y para los próximos meses tenemos dos propuestas nuevas para ofrecer. Por eso, hoy más que nunca, necesitamos concientizar al consumidor final para que prefiera lo hecho en Chile; diseño y producción nacional van de la mano positivamente”.