Sin duda 2019 uno de los hitos que marco profundamente al turismo las suspensiones de la APEC19 y COP25, eventos que no solo abarcarían una gran cantidad de personas en nuestro país provenientes de todo el mundo, si no que también se visualizaban como “grandes puntos de partida” para un posible camino a un Chile más desarrollado.

La industria del turismo fue la que recibió uno de los golpes más fuerte del mercado, la ocupación hotelera para los meses de Noviembre y Diciembre, se encontraban, en su gran mayoría, en completa ocupación por delegaciones que visitarían nuestro país. Sin embargo, llegaron cancelaciones, bajas en los ingresos de la industria hotelera, despidos de personal, estancamiento de nuevos proyectos, etc. 

El mundo del turismo ha experimentado un fuerte aumento en los últimos 10 años en cuanto a la ocupación hotelera a nivel global. En Chile, el 2018 tuvo el peak de demanda más alto en toda su historia, y fue aumentando su oferta con la llegada de nuevas cadenas hoteleras y construcciones de grandes establecimientos de hospedaje.

Llegado el año 2019 se mantuvieron las proyecciones de crecimiento en el primer semestre, y el segundo semestre en Octubre Chile se desliga de Sudamérica, comenzando una decadencia en los niveles de ocupación, y ahora, como sabemos todos, el 2020 y el covid-19 ha llegado para lapidar a esta industria. 

El turismo es un pilar fundamental no solo a nivel mundial, también lo es en Chile. Según cifras de la Organizción Internacional de Turismo (OIT), 1 de cada 10 empleos en el mundo pertenecen a esta industria, en la que hoy se estiman despidos mundiales alrededor de 75 millones de personas.

En Chile el caso es parecido, la industria del turismo representa un 3,9% del PIB de Chile, cifra no menor si consideramos que son casi 600.000 personas que trabajan en esta industria y que hoy por hoy ven como sus fuentes de trabajo han cerrado y en algunos casos no volverán a abrir sus puertas si esto perdura por un tiempo prolongado. 

El caso de Hoteles Sommelier es similar a lo anteriormente descrito. Esta pequeña cadena hotelera cuenta con 3 hoteles en Santiago centro y que en total suman aproximadamente 90 camas, da trabajo a un total de 70 personas entre recepcionistas, mucamos(as), garzones, personal de cocina, etc. No solo ha visto como su ocupación fue a la baja desde el estallido social, y ahora por el coronavirus, lo cual ha llevado a reducciones de personal.

Tras el cierre de muchos de estos, son estos los que han sufrido desde cerca una baja considerable en sus salarios, las propinas de ellos representan aproximadamente un 50-60 por ciento de su sueldo final, propinas que desde el 18O no solo han ido a la baja si no que hoy tras las cuarentenas y toques de queda estas se han ido a cero. 

“Hoy mas que nunca debemos estar unidos” es lo que más se lee entre los distintos representantes del gremio turístico, entre las medidas que estamos buscando para poder potenciar esto son: subsidios al turismo por parte del gobierno, rebajas o reducciones graduales de IVA, ofrecer paquetes de hospedajes o actividades sin fechas definidas y por supuesto con políticas de cancelación flexibles, incentivar a la creación de ferias, ya sea a nivel mundial o a nivel local como ferias gastronómicas o vitivinícolas en ciertos sectores y ciudades del país, entre otras.