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Antes de la “desaparición” de Kate Middleton, Heidi Agan había pasado inadvertida fuera del Reino Unido. Pero ahora, la doble profesional de la princesa ha quedado en el ojo del huracán con todo el drama Real.
Agan se ha desempeñado profesionalmente como imitadora oficial de la princesa durante 12 años. Y según su página web, es la “similar a Kate Middleton más realista del Reino Unido”.
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Fue descubierta en 2012, mientras trabajaba como camarera en un restaurante italiano después de que los clientes se dieran cuenta y señalaran el sorprendente parecido entre ella y la princesa de Gales.
Después, Heidi dejó su trabajo y se puso en contacto con agentes. Un tiempo después, comenzó a observar a Middleton y decidió estudiarla para copiar sus modales y gestos, dedicando horas diarias para el resultado final.
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Agan comparte con frecuencia fotos junto a Simon Watkinson, el imitador del príncipe William. Sin embargo, en la vida real, está casada con Russell Agan, pintor y decorador. La pareja tiene dos hijos juntos, Blake y Abigail.
Agan, fue vinculada al drama luego de que saliera el video de Kate y William luego de hacer compras. Internautas, aseguraron que la del clip no era Middleton, y que en realidad se trataba de Heidi.
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Tras las especulaciones, la imitadora oficial decidió romper su silencio y criticó la “locura” de la especulación. Y enfatizó que ella “cree al 100%” que se trata de los príncipes de Gales en el video viralizado esta semana.
Además, y por si quedaban dudas, confirmó a The Mirror que en ese momento ella estaba haciendo su “otro trabajo” como profesora en un grupo de danza y teatro musical.
Obviamente ha habido especulaciones sobre si era Kate y William en esas imágenes y fotografías. De hecho, mis propias redes sociales se han vuelto locas porque la gente piensa que soy yo, pero sé que no lo soy”, señaló al medio.
“Así que está viva, y podemos estar seguros de ello. Esto ha llegado demasiado lejos ahora. Comenzó como una broma sobre ‘¿dónde está Kate?’, pero ahora se ha convertido en un drama realmente, así que debe parar”.
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“Si la cirugía es algo que ella quería mantener privado, entonces ellos (el Palacio de Kensington) tienen razón al no compartir más detalles. Ella es una figura pública pero no propiedad pública, y debemos respetar eso“, concluyó.
