Revista Velvet | Harry, el príncipe que dejó la realeza por su hijo
Cultura Pop

Harry, el príncipe que dejó la realeza por su hijo

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Harry, el príncipe que dejó la realeza por su hijo

POR Sole Hott | 19 junio 2021

Cuando el príncipe Harry tenía dieciséis años, fue sorprendido fumando marihuana y tomando alcohol en varias ocasiones, muchas de las cuales terminaron como titular de la semana en los tabloides británicos. El más recordado, sin duda, fue cuando apareció en una fiesta disfrazado de nazi, provocando el disgusto de la clase política británica y ofendiendo a la comunidad judía mundial. Mientras su hermano mayor, el príncipe William, seguía las reglas y protocolos propios de la Corona, el menor de los hermanos vivía, a su manera, una adolescencia menos royal y más cercana a la realidad de sus pares. Sin embargo, las amistades del jet set, las relaciones amorosas fallidas y las fiestas quedaron atrás.

Poco a poco, el joven rebelde comenzó a forjar una vida que, en ese momento, jamás hubiese imaginado: verse convertido en padre sin ser miembro de la realeza.

EL NIÑO QUE CAMBIÓ LA HISTORIA PARA SIEMPRE

El precio de la felicidad y el deseo de conservar su derecho a la privacidad lo llevaron a tomar una decisión trascendental en la historia de la Corona británica, y su primogénito Archie Harrison Mountbatten-Windsor, de dos años, fue el puntapié inicial de su nueva vida.

La vida actual del príncipe Harry, a sus 36 años, puede sorprender a muchos. Lady Di siempre quiso que sus hijos tuvieran una vida “lo más normal posible”, y ese deseo se convirtió en la esencia de su hijo menor. Aun así, muchos expertos aseguran que su madre, la princesa Diana, no habría estado de acuerdo con el rumbo que tomaron las cosas.

Seguir un camino diferente al que marcan los libros, y el pasado, no es una tarea fácil. Pero el nieto de la reina Isabel, en su rol de padre, decidió subir la montaña abriéndose camino a la cima a través de una nueva ruta, no por ello, la más simple. Él eligió qué tipo de padre quería ser, y esa decisión va más allá de la llegada de Meghan Markle a su vida.

Los niños nacidos en la familia real son propiedad pública desde su nacimiento. Se trata de un tipo de fama tangiblemente diferente a la del político estadounidense que entra en la vida pública de adulto, o incluso a la del niño estrella de cine”, explica la experta en realeza Kate Melby en CNN. En otras palabras, “elegir” no es parte del diccionario royal o, por lo menos, no lo era hasta el 6 de mayo de 2019 cuando Harry se convirtió en padre por primera vez.

El asedio de la prensa, el nacimiento de Archie, la incomodidad sin remedio de su esposa en la realeza, el recuerdo de su madre y su trágico final llevaron al hijo menor del príncipe Carlos a poner distancia. Y en esa búsqueda, un océano de por medio fue la forma que encontró para calmar los demonios del pasado. Pero ¿es posible hacer borrón y cuenta nueva?

Alejandro Jodorowsky dice que “donde mejor canta un pájaro es en su árbol genealógico”, y como todo en la vida, tiene su precio: “Nuestro árbol genealógico, por una parte, es la trampa que limita nuestros pensamientos, emociones, deseos y nuestra vida material… y, por otra parte, es el tesoro que encierra la mayor parte de nuestros valores“.

FELIPE, CARLOS Y HARRY

Harry puede no ser miembro de la realeza desde hace un tiempo, pero sigue siendo príncipe, hijo de Carlos y nieto del duque de Edimburgo.

Además, es de conocimiento popular que el marido de la reina Isabel II esperaba que su hijo Carlos fuera como él. Pero, lejos de ser el hombre audaz, enérgico, irreverente y sin filtro que era Felipe de Edimburgo, su hijo mayor resultó tímido, mal deportista y muy sensible, según palabras de su propio padre y algo que amigos del Príncipe de Gales confirman. En una ocasión, Felipe estalló en risas en plena función de una obra de teatro en la que actuaba su hijo, porque le recordó a un humorista de la televisión. Aquella carcajada fue una puñalada para Carlos, quien se desvivía por complacerlo.

En 2004, Carlos de Inglaterra estremeció a la familia real al confesar: “Nadie sabe lo infernal que es ser el Príncipe de Gales”. Y una vez más el mundo se burló de un hombre que, según su padre, “lloraba fácilmente cuando lo regañaba” y que se quejaba públicamente de una vida de lujos.

Según los biógrafos de la familia real, la relación entre Carlos y Harry no ha sido menos distante, pero es evidentemente mejor que la que él tuvo con su padre. Y ese árbol genealógico, para Harry, es una trampa. “Mi padre y mi hermano están atrapados”, comentó el duque de Sussex en la entrevista concedida a Oprah Winfrey, la cual desató una de las peores crisis de la Corona.

Recalcó además que “ellos no pueden irse”, y él es consciente de ese sentimiento.

“Yo también estaba atrapado. No veía una salida. ¿Sabes? Estaba atrapado, pero no sabía que lo estaba”, dijo el marido de Meghan Markle. En la misma entrevista, reveló el estado de la relación con su padre, quien, en ese momento, no le contestaba las llamadas. “Me siento realmente decepcionado porque él ha pasado por algo similar, sabe cómo se siente el dolor y Archie es su nieto”, dijo y agregó, “al mismo tiempo, siempre le querré. Pero hay mucho dolor, y arreglar esa relación seguirá siendo una de mis prioridades”.

SUS DESEOS PARA ARCHIE

A diferencia de sus antecesores, Harry eligió darle otra vida a su hijo. Hace poco más de un año, se refirió a su paternidad en una conferencia por videollamada de la fundación WellChild: “Hay una gran cantidad de cosas positivas que están sucediendo al mismo tiempo y tener tiempo para la familia, mucho tiempo para la familia, me hace pensar a veces si no me siento culpable por pasar tanto tiempo con ellos”.

Palabras que reflejan a la perfección la motivación del príncipe: “Tienes que celebrar todos estos momentos en los que estés tirado en el suelo rodando y gritando. Inevitablemente, media hora después, o al día siguiente, habrá algo con lo que tengas que lidiar y no habrá forma de que puedas escapar de eso”.

También en la distancia encontró la forma de ser un padre presente, al mismo tiempo que ha tratado de blindar lo más posible a Archie de los medios. En efecto, los muros de su mansión en Montecito, Santa Bárbara, no han sido traspasados y prácticamente no se ha sabido nada de los primeros años de Archie. Las imágenes de la familia de los Sussex en Estados Unidos son contadas con una mano.

Y todo parece indicar que será el mismo camino el que sigan con la recién nacida Lilibet Diana. La segunda hija de los duques de Sussex, que lleva dicho nombre en honor a la abuela de Harry y a su querida madre. La pequeña nació el pasado 4 de junio en Estados Unidos, y a diferencia de su hermano Archie, no ha sido presentada al mundo. Y es que con su salida de la Familia Real, tampoco necesitan hacerlo.

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