Apo Whang-Od, una tatuadora indígena de Filipinas de 106 años se acaba de convertir en una estrella total al ser la encargada de dar vida a la más reciente portada de la edición filipina de la revista de Vogue.
Natural de Buscalan, una remota aldea montañosa en el norte de Filipinas, Apo es conocida por contribuir a mantener viva una forma de arte conocida como batok, oficio en el que comenzó cuando tenía tan solo 16 años.
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Según Vogue, es la última mambabatok, o tatuadora tradicional de Kalinga. Y durante su longeva vida, se ha encargado de inspirar a una nueva generación a aprender batok.
Durante toda su vida, «ha impreso los símbolos de la tribu Kalinga, que significan fuerza, valentía y belleza, en la piel de miles de personas que han peregrinado a Buscalan», escribió Vogue Filipinas en Instagram.
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Pero, ¿qué llevó a la revista a elegir a Whang-Od para la portada? Según reveló Bea Valdes, redactora jefa a CNN, todo se resume a los «ideales» de la belleza en la cultura filipina, y cómo deben ser modificados con el pasar de los años.
«Sentimos que representaba nuestros ideales de lo que es bello en nuestra cultura filipina. Creemos que el concepto de belleza debe evolucionar e incluir rostros y formas diversos e inclusivos. Esperamos hablar de la belleza de la humanidad».
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A la fecha, Whang-Od es una de las pocas estrellas de portada de Vogue que procede de una comunidad indígena. Y también se cree que es la persona de más edad que aparece en la portada de la revista.
Un mambabatok solo puede transmitir su habilidad por línea sanguínea, por lo que Whang-Od ha formado a sus sobrinas nietas para mantener viva la práctica. Sin embargo, piensa seguir tatuando mientras su vista se lo permita.
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«¿Por qué no seguir tatuando mientras pueda ver?», declaró a Vogue Filipinas. «Sólo pararé cuando ya no pueda ver, para poder seguir dando a la gente la marca de Buscalan, la marca de Kalinga».