Las imitaciones de Jim Carrey son buenísimas. Y la que hace de Clint Eastwood es simplemente excepcional. En sólo segundos, y sin hablar, levanta una ceja, tensa los músculos de la cara y mueve suavemente sus fosas nasales. Se ve idéntico. Sin quitar mérito a Carrey, hay que decir que la versatilidad como actor no ha sido el fuerte de Eastwood. Hasta en la romántica “Los Puentes de Madison” tiene cara de rudo. Es la virilidad hecha persona. Pero qué duda cabe. Es un dinosaurio viviente, el último de los grandes directores americanos.
En 1971 protagonizó “Harry el Sucio”; ahí interpretó a Harry Callahan, un inspector de policía dispuesto a quebrar todas las reglas moralmente establecidas con tal de lograr su propia justicia. Ese papel lo repitió en “Harry el fuerte” (1973), “Harry, el ejecutor” (1976), “Impacto súbito (1983), y “The Dead Pool”(1988). En esta última compartió escena con un entonces joven Jim Carrey. Quizás ahí Jim aprendió a imitarlo…
Luego vino su carrera como director y, junto con ella, la ovación del público y de la crítica. Con “Los Imperdonables” (1992) ganó el Oscar al mejor director y mejor película, galardones que también obtuvo con “Million Dollar Baby” (2004). Y aunque después de “Gran Torino” anunció su retiro, se arrepintió rápidamente.
“Me gusta lo que hago, ¿por qué tendría que dejarlo? Diré adiós sin despedirme, mientras tanto disfruto haciendo algo que me gusta, por eso me hice director hace 50 años. Todavía no he llegado a esa edad en la que necesito tarjetas que me indiquen el diálogo porque mi memoria no me permite acordarme. Cuando llegue ese momento, tomaré la decisión de retirarme”, dijo.
Mientras los periodistas especializados (y el público) rinden pleitesía a su perfección cinematográfica, desde el punto de vista personal ha recibido críticas, especialmente del mundo hollywoodense, de sus colegas mayoritariamente demócratas. Él es republicano y votó por Trump. Claro que ahora está arrepentido y dio su apoyo al demócrata Bloomberg en la carrera para llegar a la Casa Blanca.
A Eastwood le cargan los cumpleaños, pero no todos los días se cumplen nueve décadas. Así que su familia lo va a celebrar igual. “Definitivamente vamos a llevarle un pastel. Probablemente no le gustará, pero le llevaremos uno”, dijo su hijo Scott Eastwood.
Y seguramente Clint pondrá esa cara ruda y viril que tan bien imita Jim Carrey.