Zoë Kravitz ha perdido la cuenta del número de tatuajes que lleva en el cuerpo. Se rumorea que unos 56 y acaba de confesar en una entrevista en GQ que se está borrando algunos de ellos. “Ha llegado un punto en el que creo que no necesito esto en mi cuerpo”, ha dicho.
La protagonista de Big Little Lies asegura que con la madurez está cuestionando muchas de las decisiones que tomó cuando era joven, como tatuarse una estrella en el dedo a los 18 años. No hace tanto en otra publicación decía: “creo que los tatuajes son una hermosa forma de adorno, como el maquillaje o las joyas”, pero nada es para siempre.
La lista de famosos que se han ido borrando sus tatuajes es cada vez más larga. Famoso era el corazón con el nombre de Antonio Banderas que decoraba el brazo de Melanie Griffith. Bueno, y aunque algo queda, porque el láser no acaba de dejar la piel completamente limpia. Lo mismo le ha pasado a otra gran fan de los tatuajes que con los años ha ido renegando de ellos: Victoria Beckham.
La diseñadora tenía una inscripción grabada en la espalda que decía “Ani l’dodi li va’ani lo haroeh bashoshanim” (Yo soy mi amado y mi amado es mío). A pesar de las sesiones de láser, no ha conseguido eliminar del todo el mensaje. Sobre este proceso de eliminación de tatuajes, la ex Spice girl ha confesado que estaba cansada de ellos y que ya no se sentía identificada con su estética.
En octubre pasado, Victoria sorprendía con otro cambio sobre su piel: las iniciales de su marido ya no decoraban su muñeca. La decisión no tenía nada que ver con su amor por David. “Me hice estos tatuajes hace mucho tiempo y simplemente no eran particularmente delicados”, añadía. Su amiga, la actriz Eva Longoria, también se hizo borrar seis tatuajes que decoraban su anatomía. En el 2018 confesaba algunas de las decisiones de las que se arrepentía. Y una de ellas tenía que ver con la tinta.
La protagonista de Desperate Housewives, estuvo casada con la estrella del basquetbol, Tony Parker. Durante los tres años que duró su matrimonio, Eva se hizo seis tatuajes como muestra de su amor por el deportista. La fecha de su boda en la muñeca, un nueve (el número de su enamorado en la NBA) en la parte posterior del cuello, una estrella en la muñeca y las iniciales de Parker en un área más oculta. También tenía un tatuaje de anillo de bodas que hizo coincidir con el de Parker y algún otro de rosas y cruces celtas.
Cuando se acabó el amor, la actriz no quiso dejar rastro de su ex en su cuerpo. Así que inició el proceso de eliminación de estas marcas en la piel. “Esta es una historia para todos los niños pequeños. ¡Duele hacerse un tatuaje, pero es 10 veces peor quitárselo!”, dijo en sus redes sociales. En ese mismo tono, Jessica Alba explicaba en una entrevista que tenía dos tattoos que desearía no haberse hecho nunca. En su opinión, la edad tiene mucho que ver con que se arrepienta de su decisión. En la adolescencia, la actriz, se tatuó un lazo en la parte baja de la espalda y unas flores en la nuca. “Me los hice cuando tenía como 17 años, y me molesta tanto haberlo hecho, me hice el láser muchas veces y no se van”.
A pesar de esta mala experiencia, Jessica ha seguido sumando nuevos tatuajes a su piel, como los últimos, que representan las constelaciones de los signos del zodíaco de cada uno de sus hijos, una decisión de la que seguro no se arrepiente. “Quería pensar en algo que fuera significativo cuando pasara el tiempo, porque cuando te haces algo con 17 y luego cumples 38 piensas: no creo que esto signifique mucho para mí. Pero en este caso, los hijos son para siempre”, afirmó.
Lo mismo debió pensar Angelina Jolie, que cubrió el nombre de su exmarido, Billy Bob Thornton, con las coordenadas geográficas de los lugares en los que nacieron sus hijos. Muchos han sido lo que cayeron en la tentación de escribirse con tinta los nombres de amores que creían para siempre y que no fue así. Marc Anthony hizo desaparecer el nombre de Jennifer que llevaba en la muñeca. Con los años lo ha cubierto con otro tatuaje.
En el grupo de los arrepentidos también está Ariana Grande y los trazos que dedicó a su ex Pete Davidson; Heidi Klum que se borró el nombre de Seal en honor al que era su marido y Justin Bieber, que tuvo que disimular -aclarando unos tonos- un ángel con la cara de su ex, Selena Gómez.
El caso de Johnny Depp es más que recordado. Loco de amor se tatuó en el brazo “Winona Forever”, en honor a la que fue su novia de juventud, la también actriz Winona Ryder. Cuando rompieron se borró dos letras y quedó un “Wino forever” (borracho para siempre).
El actor, que tiene el cuerpo lleno de signos y mensajes, ha confirmado más tatuajes. Tenía tatuado en los nudillos el apodo de Amber Heard, “Slim” (delgada), pero después de su escandaloso divorcio lo transformó en “Scum” (escoria). El actor tomó otra drástica decisión, en lugar de borrar la silueta del cuerpo de Heard que tenía en el antebrazo optó por cubrirla completamente con un rectángulo negro. En el caso de Colin Farrell, el motivo que lo llevó a borrarse sus tattoos es el más práctico de todos: “Estaba harto de pasar horas en los sets de rodaje tapando mis tatuajes con maquillaje. Sólo eso me robaba 45 minutos de sueño todos los días”. El actor también admitió que algunos de los dibujos que adornaban su cuerpo le parecían muy feos.