La actriz de Game of Thrones sufrió dos aneurismas luego de grabar la primera temporada de la exitosa serie de HBO. Emilia Clarke se refirió a los grandes sustos que vivió respecto a su salud, entre ellos, dos aneurismas cerebrales que pusieron en riesgo su vida.

Clarke dice estar agradecida de ser una sobreviviente y dijo estar agradecida de ser una sobreviviente. Y, en su experiencia, el trabajado fue la motivación para recuperarse. “Fue el dolor más insoportable que sufrí en im vida”, dijo la actriz de 35 años en una entrevista al programa Sunday Morning de la BBC. “Fue increíblemente útil que Games of Thrones me arrastrara y me diera ese propósito para continuar”, agregó.

Desconocido para muchos, Emilia Clarke tuvo ambos aneurismas mientras grababa la mega producción de HBO. El primero ocurrió en 2011 y el segundo en 2013. Su recuperación fue larga y requirió de un proceso de rehabilitación debido a que “perdió un poco de cerebro” debido a ello.

“Hay una parte de mi cerebro que ya no es utilizable, es asombroso que hoy sea capaz de hablar, a veces articuladamente, y vivir mi vida completamente normal sin absolutamente ninguna repercusión”, comentó Clarke. Y destacó ser parte de una “muy, muy, muy pequeña minoría de personas que pueden sobrevivir a eso”. 

La actriz recordó la primera vez que vio imágenes de su cerebro luego de los aneurismas. “Falta una gran parte, lo que siempre me hace reír”, dijo. “Los accidentes cerebrovasculares, básicamente, ocurren cuando una parte de tu cerebro no recibe sangre durante un segundo, y desaparece. La sangre encuentra una ruta diferente para desplazarse, y eso hace que la parte a la que le faltó desaparezca”. 

Luego de pasar por aquella experiencia, Emilia Clarke decidió crear una fundación para ayudar a las personas que se recuperan de lesiones cerebrales en el Reino Unido y en Estados Unidos. SameYou nació al aceptar su estado actual de salud. “Pense: ‘bueno, esto es lo que eres. Este es el cerebro que tienes’. Así que no tiene sentido devanarse los sesos continuamente sobre lo que podría no estar ahí”, comentó.

La actriz escribió en 2019 en The New Yorker sobre su experiencia y el estrés al que estuvo sometida tras emitirse la primera temporada, donde pasó de ser alguien desconocido a la cara más famosa de la televisión, en un segundo. “Estaba aterrada. Aterrorizada por la atención, por un negocio que apenas entendía, por hacer honor a la confianza que los creadores de Game of thrones habían puesto en mí. Me sentí, en todos los sentidos, expuesta. En el primer episodio aparecí desnuda y a partir de ahí siempre me hice la misma pregunta: ‘Haces de una mujer fuerte y, sin embargo, te quitas la ropa. ¿Por qué? ¿Cuántos hombres debo matar para demostrar mi valía?'”.

“En el set no cometí ningún error, pero fue difícil. La temporada dos sería la peor para mí. No sabía lo que estaba haciendo Daenerys. Si soy honesta, cada minuto de cada día pensé que me iba a morir”, confesó.

Clarke reveló que luego de grabar la primera temporada, mientras se preparaban para una gira promocional, sufrió un colapso en el gimnasio. “Una nube de inconsciencia se posó sobre mí. Como nadie sabía qué me pasaba, los médicos y las enfermeras no podían administrarme medicamentos para aliviar el dolor. Finalmente, me hicieron una resonancia magnética, una exploración del cerebro. El diagnóstico fue rápido y siniestro: una hemorragia subaracnoidea, un tipo de accidente cerebrovascular potencialmente mortal, causado por una hemorragia en el espacio que rodea el cerebro. Tuve un aneurisma, una ruptura arterial”, relató la actriz. Un aneurisma que lleva a la muerte a un tercio de los pacientes, aun cuando la operación es exitosa.

En otras entrevistas comentó que lo peor para ella fue sufrir afasia, un trastorno del lenguaje que se caracteriza por la incapacidad o la dificultad de comunicarse. “De mi boca salían palabras sin sentido alguno y entré en pánico. Nunca había experimentado un miedo como ese. Podía ver mi vida pasar por delante y no valía la pena vivirla. Yo soy actriz, necesito recordar mis textos, y ahora no podía recordar ni mi nombre”. Afortunadamente, logró recuperarse gracias a su equipo médico y llegó sin problemas a las grabaciones de la segunda temporada.

Emilia Clarke hoy se considera agradecida de estar viva y luego de su “fracaso catastrófico” en el teatro en 2013, se prepara para estrenar su primera obra en Londres, The Seagull. Su debut en Broadway con Desayuno en Tiffany’s no fue el mejor de los estrenos. “Simplemente no estaba lista. Definitivamente no esta a lista. Era un bebé. Era tan joven y tan inexperta…”, explicó.

Ahora, admite que tiene miedo, sobre todo por aquellos que irán debido a su personaje en Game of Thrones. “Soy profundamente consciente del hecho de que habrá gente a la que le encante Game of Thrones y lo vean así”, le dijo a la BBC. “Es 10 veces más aterrador porque habrá gente esperando a ir para decir: ‘Ella solo puede actuar frente a la cámara, claramente no puede actuar en el escenario’, lo que obviamente es el mayor temor”, sentenció.