Revista Velvet | Elisa Zulueta y Tiago Correa: “Nos estamos olvidando de jugar”
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Elisa Zulueta y Tiago Correa: “Nos estamos olvidando de jugar”

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Elisa Zulueta y Tiago Correa: “Nos estamos olvidando de jugar”

POR equipo velvet | 14 octubre 2025

Entre carcajadas y confidencias, los actores trazan una radiografía social a propósito del estreno de “El pádel es nuestro”, la nueva comedia chilena de Prime Video que revela cómo la obsesión por ganar puede arrebatarnos la capacidad de jugar, amar y disfrutar el camino.

Por Claudia Paz González 

A primera vista, “el pádel es nuestro” parece ser una comedia ligera sobre un deporte de moda y una pareja en crisis. Pero basta que el guión avance para descubrir que la película va mucho más allá: habla de lo relativo de los triunfos que perseguimos con obsesión, de cómo la vida se reduce si todo lo medimos en resultados y de lo indispensable que resulta hoy volver a disfrutar el placer de jugar, sin más expectativas que dejarse llevar.

Así lo ven sus protagonistas, Elisa Zulueta y Tiago Correa, quienes entre risas y reflexiones profundas se animan a hacer una terapia social a partir de esta historia que expone la pulsión permanente de éxito, sin concesiones.

En la cinta, la cámara de Roberto Doveris –director de Las plantas y Proyecto fantasma– se posa sobre un grupo de personajes que vive en clave de competencia en todas las áreas de la vida. Blanca Lewin, José Soza, Gabriel Urzúa, Katty Kowaleczko y Paula Zúñiga completan un reparto que se mueve con soltura entre la ironía y la ternura. El resultado es una comedia que sorprende y emociona.

DISFRUTAR LOS PROCESOS

Elisa toma la palabra apenas le preguntamos por esa frase que marca el clímax de la historia: la gente, por obsesionarse con ganar, se olvida de jugar. En pantalla, su personaje encarna precisamente esa tensión: la mujer que, atrapada en un rol doméstico y funcional, debe reencontrar el placer de vivir, más allá de lo que se espera de ella.

“Esa frase me interpela mucho, hoy todo está puesto en el objetivo: el like, el clic, que se vea. En vez de disfrutar el concierto, lo grabamos; en vez de mirar a mi hija en el escenario, la estoy filmando. Nos perdemos lo más entretenido, que es el proceso. Al final, lo que uno recuerda no es cuándo lo lograste, sino cuántas veces lo intentaste antes. Creo que estamos olvidando divertirnos, abrazarnos, regalarnos tiempo. Todo está en el resultado, y no en el goce”, dice.

Para Tiago Correa, quien se deshace en elogios para la performance de su coprotagonista, disfrutar el proceso siempre ha sido su leitmotiv. “Si te obsesionas con lograr algo y no lo alcanzas, el castigo propio es brutal. Y si lo logras, igual te quedas vacío. Lo rico es disfrutar cada cosita del camino”, asegura, aunque reconoce un denominador común con su personaje: la obsesión.

“Siempre fui muy obsesivo. Desde chico jugué básquetbol, entrenaba horas y competía cada fin de semana. Me quedó ese gen del resultado, del éxito. Por ejemplo, lo más rico de una obra son los ensayos, ese espacio donde puedes equivocarte. Por eso me encanta que en Francia a actuar se le diga jouer, jugar. Me lo repito todo el tiempo: esto es un juego. En la comedia, en la escuela me iba pésimo. Trataba de hacer reír y no lo pasaba absolutamente bien”.

Elisa: ¡Pero acá sí que lo lograste! La verdad es que grabar con Tiago fue lo más bacán de este proceso.

Para Tiago, “El pádel es nuestro” lo sorprende en plena etapa de reinvención: entre proyectos en México, una obra de teatro con fuerte carga política y hasta la apertura de una panadería pensada como experiencia cultural. Mientras que en el caso de Elisa Zulueta, la producción llega cuando transita uno de sus momentos más prolíficos, repartiendo su energía entre la televisión, el teatro, la música familiar y el fenómeno de su podcast.

Aunque ya habían coincidido en una teleserie y en la película Swing, esta vez compartieron realmente escena a escena, con una química que sorprende. “Mi personaje era desagradable, y aun así lo pasábamos muy bien. Elisa tiene un humor muy fino, un manejo del tiempo y de la mirada que es único. Creo que logramos algo especial: una pareja que podía parecer odiosa, pero en la que siempre había amor. Si no se veía, la escena no servía. Eso lo repetíamos siempre: si no se veía el amor, había que botar todo a la basura. Y logramos que se viera. Desde sus veredas, los dos personajes se amaban, pero la relación estaba deshecha. Se habían perdido ellos mismos ahí”.

–El trasfondo de la historia, si bien es universal, en esta producción es abordado desde un lugar poco explorado.

Tiago: Hablamos de esas parejas que se estancan en arquetipos: el proveedor machista y la mujer de casa. Los dos se quedan ahí y eso te va comiendo. Lo que me gusta es que la película se convierte en un grito de liberación del personaje femenino.

Elisa: Es muy importante la comedia siempre, porque uno puede hacer reír y, al mismo tiempo, denunciar, ser política, ser graciosa y liviana. El humor, incluso el humor negro, tiene que atravesar la historia. Si no nos reímos de nosotros mismos, ¿cómo le quitamos tensión a la vida? Yo siempre les digo a mis hijos: “Tienes que poder reírte de ti mismo”. Es la única forma de no estar en pugna contigo mismo. Reírse de uno mismo es fundamental para poder vivir.

SIN DESCANSO

Fuera de la pantalla, ambos actores siguen sumando proyectos en paralelo. Tiago acaba de terminar una teleserie en México, viajó a Colombia para acompañar a su pareja –también actriz– y ya piensa en nuevas aventuras: abrir una panadería en Ciudad de México y reponer su obra Tierra del Fuego, sobre el perdón en el conflicto palestino-israelí.

Cuenta que la primera temporada la terminó justo antes de que estallara de nuevo el conflicto, y a partir de ese momento la idea de reponerla lo complicaba sobremanera. “Ahora vamos a hacer funciones para recaudar fondos y dar visibilidad. Finalmente, es la única forma de que tenga sentido, que no sea oportunismo cultural, porque la historia aborda la idea de ponerse en el lugar del otro y de tener la capacidad de perdonar”, dice.

Elisa, en tanto, reparte su tiempo entre la televisión, el teatro y proyectos personales que sorprenden: “Estoy grabando una teleserie en Mega y filmé un par de series. Para el próximo año estoy dejando espacio para un proyecto grande de teatro. Y sigo con ‘Expertas en nada’, que nos tiene llenas de funciones y con un podcast muy escuchado. Además, está mi banda familiar, que ha sido una locura: pensábamos tocar para unos pocos papás e hijos, y llegan mil, mil setecientas personas. Es masivo, y trabajar con Pablo, de 31 Minutos, ha sido una sorpresa enorme”.

La conversación se acaba y queda claro que “El pádel es nuestro” es mucho más que una comedia sobre un deporte. Es una invitación a detener la carrera hacia metas externas y volver a lo esencial: el juego, el amor, la risa, el disfrute.

“Si nos olvidamos de jugar, nos olvidamos de vivir”, dice Elisa.

Tiago sonríe y agrega: “Lo importante no es ganar, es seguir disfrutando cada día como si fuera un ensayo”.

 

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