Elicura: “Piedra transparente”. Chihuailaf: “Neblina”. Hasta su nombre es poesía. A sus 68 años, con una importante obra escrita en mapudungun y español, Chihuailaf es el Premio Nacional de Literatura 2020; el primer poeta de origen mapuche en obtener este galardón.
El poeta recibió la noticia —a través de un llamado telefónico de la ministra de Cultura, Consuelo Valdés—en Asturias, ya que en marzo, cuando cumplía con actividades literarias en Francia y España, la pandemia lo alcanzó en Madrid y, desde fines de mayo, está confinado en las afueras de Oviedo, esperando el momento para regresar a su tierra.
“La palabra de nuestros antepasados habita en mí, intento hacer dialogar con mi espíritu y corazón de mapuche, porque creo que es necesaria una pluriculturalidad, es el camino que hoy hay que tomar en un momento tan tremendo que vive el mundo, en el que la naturaleza nos ha dado una dura advertencia”, dijo tras conocer la noticia. Y confesó una esperanza; “que este premio abra una puerta para que el Estado de Chile se anime de verdad a escuchar la realidad que vive nuestro pueblo mapuche”.
Aunque es médico obstetra, Elicura nunca ejerció y, desde 1977, su potente pluma ha plasmado la cosmovisión y simbología mapuche en una obra que ha sido traducida al alemán, francés, holandés, italiano, húngaro, inglés y sueco, entre otros idiomas. Además, ha traducido al mapudungun obras de Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Víctor Jara y Alonso de Ercilla.
Según ha explicado Chihuailaf, el azul es la representación del espacio desde el que “emergió el primer hombre libre”, por eso ese color está tan presente en libros como “De sueños azules y contrasueños” (1995), “Hablando en el espíritu azul de mi gente” (libro oral, 2003), “Kakkfv Pewma Mew/Sueño azul” (libro para niños) y, el más reciente, “El azul del tiempo que nos sueña” (2020).
Acá va su poema “La Llave que nadie ha perdido”, una invitación a conocer o releer su importante obra en un día histórico tanto para él como para el pueblo mapuche.
La llave que nadie ha perdido
La poesía no sirve para nada
me dicen
Y en el bosque los árboles
se acarician con sus raíces azules
y agitan sus ramas el aire
saludando con pájaros
la Cruz del Sur
La poesía es el hondo susurro
de los asesinados
el rumor de hojas en el otoño
la tristeza por el muchacho
que conserva la lengua
pero ha perdido el alma
La poesía, la poesía, es un gesto
un sueño, el paisaje
tus ojos y mis ojos muchacha
oídos corazón, la misma música
Y no digo más, porque nadie encontrará
la llave que nadie ha perdido
Y poesía es el canto de mis Antepasados
el día de invierno que arde
y apaga
esta melancolía tan personal.