Durante la reciente ceremonia del Trooping the Colour 2025 en Londres, la princesa Charlotte volvió a demostrar que el lenguaje de la moda puede ser también una forma de memoria.
A sus diez años, la hija del príncipe William y Kate Middleton rindió un delicado tributo a su bisabuela, la reina Isabel II, con un gesto sutil pero lleno de significado: un broche de diamantes en forma de herradura.
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La joven royal lució un vestido turquesa de mangas cortas con ribetes blancos, zapatos a tono y como única joya, aquella pieza que debutó por primera vez durante el funeral de la monarca en septiembre de 2022.
Entonces, la combinó con un abrigo negro de la firma española Ancar, panties oscuras, zapatos con hebilla y un sombrero boater de Jane Taylor, marcando su primera aparición pública con una joya de valor simbólico.
Según trascendió, la reina Isabel le obsequió este accesorio ecuestre a Charlotte antes de su fallecimiento, como reflejo de una pasión compartida: la equitación. Un vínculo íntimo y sencillo, traducido en una pieza que hoy cobra nueva vida y significado.
La cita de este año del Trooping the Colour no solo conmemoró el cumpleaños oficial del rey Carlos III, quien cumplirá 77 años el próximo 14 de noviembre, sino que marcó también el esperado regreso público de Kate Middleton, tras anunciar en marzo que su cáncer se encuentra en remisión.
Para la ocasión, la princesa de Gales escogió un abrigo vestido en tono aguamarina con solapas marfil de Catherine Walker, acompañado de un sombrero y los pendientes Bahrain Pearl Drop, que alguna vez pertenecieron a la reina Isabel II. Charlotte, a su lado, acompañó la estética de su madre con un estilo armonioso, reflejando tanto unidad familiar como una sensibilidad personal.
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La familia real británica se presentó casi al completo: además de Kate y William, estuvieron presentes sus otros hijos, el príncipe George, de 11 años, y el príncipe Louis, de 7, así como la reina Camilla.
