Luego de un receso de dos años, para enfocarse en su salud mental, Simone Biles ha vuelto a la competición deportiva de primer nivel. Y tras este tiempo de trabajo psicológico afirma que ha superado aquel tropiezo que la llevó a abandonar las Olimpiadas de Tokio. “Simone ha enseñado a todos cómo superar los problemas y salir adelante”, dice su psicólogo. Y ¿cómo lo ha hecho?
Robert Andrews, fundador y director del Instituto de Rendimiento Deportivo de Houston, es el psicólogo que ha estado al lado de la gimnasta estadounidense más premiada de todos los tiempos. Andrews, ha dedicado su vida trabajar con medallistas y equipos olímpicos, atletas y aspirantes, y ha ayudado a los deportistas a ganar 13 medallas (7 de oro) en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
El experto en salud mental, asegura que desde que el caso de Simon Biles se hizo conocido, muchos más deportistas piden ayuda en su consulta. Y lo revela precisamente porque sabe lo difícil que puede ser enfrentarse a ese rendimiento, y también, asumir el problema. Y es que los deportista de elite trabajan a un nivel muy alto de autoexigencia y perfeccionismo. Dos peligrosos términos en salud mental. De hecho, uno de los pasos más difíciles para ellos es admitir tal debilidad. “No es fácil que un deportista de alta competición se atreva a mirarse al espejo, a sentirse vulnerable y, como consecuencia, a trabajar en sus debilidades internas”. Simone, lo hizo hace dos años.
Hace pocos días la reconocida gimnasta destacaba en Mundial disputado en Amberes con cuatro medallas de oro y una de plata. Además de haber puesto su nombre a dos nuevos saltos, Biles I y Biles II.
En su retorno, el psicólogo Robert Andrews dio una entrevista a la revista Relevo. “Simone Biles es un gran ejemplo. Se retiró y no sólo tomó esa decisión por su salud mental, también por su salud física. Si hubiera hecho esos saltos, podría haberse lesionado porque su cerebro no sabía dónde estaba en el espacio. Así que, lo que hizo Simone, fue defenderse mental, física y emocionalmente. Su ejemplo ha dado permiso a muchos atletas para pedir ayuda. Desde la pandemia, cada vez vemos más atletas que desean los servicios de salud mental y ella, de alguna manera, ayudó a abrir esa puerta”.
Lo que le ocurrió a Simone Biles le podría pasar a cualquier. “Lo llamo el modelo de estrés de diátesis (…) Significa que la balanza se desequilibra si empiezas a añadir estrés. Con el tiempo, la balanza se inclina y el cerebro da un vuelco. Ahí es cuando suceden los bloqueos mentales”, explicó el experto. Y agregó, “En Tokio, ese estrés empujó a Simone, alcanzó un nivel crítico y su cerebro dijo que no podía hacerlo. Es, en ese momento, cuando tuvo que retirarse porque es cuando una gimnasta no puede hacer ejercicios que haría con normalidad en otro momento. Tampoco una animadora podría hacer una flexión hacia atrás o un saltador de pértiga se atrevería a saltar. Cuando llegas al momento en el que hay demasiada tensión en la balanza, ésta se inclina y el cerebro ya no te dejará hacer nada de lo que podías hacer”, comenta en el medio citado.
Según explica el psicólogo, una de las claves en la recuperación de Simone fue trabajar en algo tan simple como volver a disfrutar con lo que haces. Y sobre esto asegura que “Para conseguir que recuperara su confianza, le dije que no parecía que se estuviera divirtiendo mucho haciendo gimnasia y ella me reconoció que no. Uno de los secretos de mi trabajo con los deportistas es lograr que su personalidad se refleje en sus actuaciones en competición y eso es muy importante en la gimnasia. Poco a poco, conseguimos que se fuera divirtiendo. Conseguimos lo que llamamos ‘su personalidad de artista comprometida’ y su cuerpo respondió magníficamente“, explica Andrews en la entrevista.
Y continúa, “Tuvimos que trabajar mucho para mantenerla empoderada y que pudiese seguir apareciendo de esa manera a pesar de una cultura que no lo permitía. Así que esa fue realmente la única lucha que tuvimos: luchar contra esa vieja cultura de estoicismo en la que parece que una gimnasta no se está divirtiendo, que es demasiado seria y perfeccionista. Tuvimos que luchar para que Simone pudiera ser ella misma y ser su esencia en el pabellón“.
“Por su fuerza interior, el coraje para superar la adversidad. Ella es un modelo a seguir para muchas jóvenes de todo el mundo y ahora está de regreso de nuevo. Mira, te puedo contar una historia interesante: Cuando ganó su primer campeonato mundial, me invitó a una recepción. Estaban poniendo vídeos de sus ejercicios en una pantalla gigante. Ella se acercó a mi lado y me dijo: ‘Mira, estoy sonriendo y divirtiéndome… y los jueces están sonriendo’. Los jueces estaban disfrutando del ejercicio de Simone y cuando un juez disfruta inconscientemente de una actuación, hacen menos deducciones (sonríe)”, reveló el psicólogo Robert Andrews en la entrevista a Revolve.