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Hace una semana, se reportó que el príncipe Andrés tenía miedo de dejar su casa incluso en plena remodelación por miedo a que no le permitieran volver, debido a los rumores de que Carlos III quiere la casa para William y Kate.
Y ahora, cuando la supuesta decisión del Rey de echar a su hermano de su casa de toda la vida, el Royal Lodge, se ha notificado que los príncipes de Gales no tienen intenciones de mudarse a la mansión.
Una fuente cercana a William y Kate dijo a Page Six que la pareja es “extremadamente feliz” en Adelaide Cottage con sus tres hijos: el príncipe George, la princesa Charlotte, y el príncipe Louis.
Además de eso, varias fuentes más aseguraron al mismo medio que una mudanza podría suponer un costoso “quebradero de cabeza” para el Rey Carlos III, quien podría terminar cediendo a su intención inicial.
Kate y William se trasladaron del Palacio de Kensington en Londres a Adelaide Cottage en Windsor recién en septiembre pasado, lo que sería una razón más para no sumar otra mudanza tan pronto.
La Royal Lodge, de 38 millones de dólares, de Andrés en Windsor cuenta con 30 habitaciones. Y es considerablemente más grande que la Adelaide, de solo cuatro dormitorios.
Según revelaron al mismo medio, los príncipes no sólo quieren quedarse ahí, sino que Royal Lodge se encuentra fuera del perímetro de seguridad del castillo de Windsor. Por ello, la seguridad corre a cargo de Carlos.
Adelaide Cottage, junto con Frogmore House, hogar del príncipe Harry y Meghan Markle, se encuentra dentro del perímetro de seguridad que cubre el castillo de Windsor.
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