Casi dos meses después de la muerte del duque de Edimburgo se han revelado algunos detalles sobre su herencia y el testamento que ha dejado. Era de esperarse que la mayor parte de sus bienes pasaran a manos de Isabel II, su esposa, y el resto hacia miembros de la familia. Sin embargo, el príncipe Felipe a sorprendido con tres nombres inesperados, los cuales recibirán parte de su dinero.

Una fuente cercana al Palacio de Buckingham reveló al The Sun que Felipe, “a diferencia de otros miembros de la realeza, fue generoso con los tres hombres clave que lo cuidaron”.

El príncipe consorte de la monarca tuvo mucho tiempo para dejar su testamento redactado, en el cual incluyó a sus hijos Carlos, Ana, Eduardo y Andrés. A quienes les permitió quedarse con los libros que quisieran de sus 13.000 títulos que atesoraba en su biblioteca personal. En el documento incluye también incluyó a sus nietos, y a pesar de los que se creía, Harry es parte de los herederos.

“Las cuestiones económicas de la herencia estaban resueltas desde hace tiempo, incluido el ‘rebelde’ príncipe Harry. El duque de Edimburgo no era el tipo de abuelo que castigaría a un nieto por portarse mal. Felipe era un hombre justo e imparcial”, aseguró la misma fuente hace un par de días.

Sin embargo, la gran sorpresa fueron sus tres empleados que trabajaron directamente con él en los últimos años. Es más, estos hombres fueron parte de la comitiva que caminó tras el féretro del duque de Edimburgo en su funeral, el pasado 17 de abril. Los tres nombres incluidos en el testamento, según The Sun, pertenecen “a su secretario privado, el brigadier Archie Miller Bakewell, su paje, William Henderson, y su ayudante, Stephen Niedojadlo”.

Bakewell era su mano derecha desde hace más de diez años, mientras que Henderson y Niedojadlo se turnaban para ayudar y cuidarlo en la casa de campo de Sandringham, donde vivía luego de haberse jubilado en 2017. Y durante la pandemia, se confinaron junto a él y la reina Isabel II en el castillo de Windsor. Y Henderson estuvo a su lado durante sus dos últimos días de vida, ha publicado el mismo medio.

Mucho se habló de la herencia de Felipe de Grecia y Dinamarca, esto debido a su pasado de “príncipe pobre”. Sobre todo tras huir de su país en una caja de frutas. Cuando se casó con la reina en 1947 ganaba 12 euros por semana (alrededor de 10.ooo pesos chilenos). Sin embargo, eso cambiaría, y antes de morir recibía 417 mil euros al año de la Subvención Soberana.