La primera vez que escuché hablar de saturación de oxígeno, o medición de oxígeno en sangre fue cuando mi hija chica tenía menos de un año y hubo que hospitalizarla, precisamente porque no oxigenaba bien. La segunda, fue este año, a raíz del coronavirus. Y la tercera, fue cuando leí los primeros reviews del nuevo Apple Watch serie 6, que te permite hasta hacerte un electrocardiograma.
Parece broma, pero lo cierto es que a un amigo que estuvo 20 días en la UTI le recomendaron comprarse un reloj que midiera oxígeno en sangre. Así de importante se transformó hoy esta función del nuevo reloj que, además, es como tener una secretaria ejecutiva, un profesor de gimnasia y, por qué no, un compañero que de cuarentena.
Si hasta ahora este tipo de gadgets eran grandes aliados de la moda y el lifestyle, con la pandemia se transformaron en imprescindibles. Ya no es solo sinónimo de status, sino realmente una ayuda en miles de aspectos, y especialmente para temas de salud.
Lo otro que amé, es la app sueño, que te ayuda a crear una rutina para dormir y además te hace como un seguimiento de cómo pasaste la noche. Algo bastante desafiante para alguien que vive enchufado 24/7 como yo. Por eso, el hecho de poder ponerme metas de sueño y de a poco ir cumpliéndolas ha sido una buena noticia.