Dormir menos de las horas necesarias nos afecta, y esas horas menos suelen pasarnos la cuenta al día siguiente. Sin embargo, hay un ejercicio que compensa la falta de sueño, si has dormido mal. 

Es de conocimiento popular, y lo dicen los expertos, que la privación de sueño impacta directamente a nuestra salud. Y lo hace de forma negativa e inmediata. Esto, porque impedimos la restauración de nuestro organismo. Los estudios coinciden en que cuando una persona duerme poco o duerme mal, lo normal es sentir esa repercusión al día siguiente. Una consecuencia que se manifiesta en forma de dificultades a nivel cognitivo (concentración, atención, memoria), dificultades a nivel físico (fatiga, somnolencia) e incluso puede haber una repercusión anímica (irritabilidad, depresión).

Sin embargo, un nuevo estudio científico revela nueva información sobre cómo el ejercicio físico puede ayudarnos a afrontar ese día después de haber dormido poco y/o mal.

El poder del ejercicio, una vez más

Un nuevo estudio publicado en la revista Physiology and Behaviour, investigó Los efectos de la privación del sueño, la hipoxia aguda y el ejercicio en el rendimiento cognitivo. Realizado por expertos de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido), y instituciones, arrojó que el simple hecho de hacer ejercicio de intensidad moderada es capaz de mejorar la función ejecutiva de la persona trasde haber dormido poco a nada.

Los participantes se divieron en grupos que pasaron tres noches seguidas de privación parcial del sueño y otros que pasaron una sola noche de privación total del sueño e hipoxia aguda (falta de oxígeno). En ambos casos, los participantes dijeron que tras practicar el ejercicio moderado, mejoró el rendimiento en todas las tareas.

Pero, ¿por qué el ejercicio moderado ayuda a superar una mala noche?

Según el autor del estudio, el profesor Thomas Williams, “una posible hipótesis está relacionada con el aumento del flujo sanguíneo cerebral y la oxigenación”, pero también con la cantidad de hormonas, así como otros parámetros psicofisiológicos como el flujo sanguíneo cerebral, la excitación y la motivación.

Ahora, ¿cuál es el ejercicio moderado que practicaron los participantes en el estudio?

Algo tan sencillo como ciclismo de intensidad moderada. Y es que desde hace tiempo se sabe que el ciclismo reporta muchos beneficios físicos y psíquicos. Entre ellos:

• Mejora la condición de articulaciones y los músculos.
• Mejora del sistema inmunológico.
• Reduce del colesterol malo.
• Fomenta la producción de hormonas como las endorfinas, la dopamina y la serotonina.
• Regula el estrés.

Gracias a este nuevo estudio científicos, se sabe que andar en bicicleta 20 minutos puede ayudarnos a sobrellevar mejor una jornada si hemos dormido poco o nada la noche anterior.

Eso sí, es sólo una ayuda. Y aunque el ejercicio será siempre medicina, los expertos destacan la importancia de no sustituir al sueño.