En una industria donde las apariciones sorpresa son casi imposibles, Meghan Markle logró lo impensado. La duquesa de Sussex irrumpió en el desfile de Balenciaga durante la Semana de la Moda de París, convirtiendo un viernes cualquiera en un acontecimiento internacional.
Su look fue un guiño a la elegancia minimalista que ha definido su estilo desde sus días en Londres. Complementó el conjunto con clutch negro y un par de discretos diamantes. Pero más allá del vestuario, lo que realmente desató titulares fue su presencia: nadie sabía que asistiría.
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El propio Pierpaolo Piccioli, recién nombrado director creativo de la casa, fue quien reveló cómo se gestó ese momento. “Meghan y yo nos conocimos hace algunos años, y desde entonces hemos estado en contacto por mensajes”, contó a The Cut. “Ella se acercó y dijo que le encantaría venir al desfile. No hubo estrategia ni gran planificación. No le dije a nadie que venía porque quería que fuera una sorpresa”. El diseñador italiano, de 58 años, lo definió como un gesto de autenticidad en medio de un sistema donde todo suele estar calculado: “En la moda, las verdaderas sorpresas son raras, y esta fue hermosa”.
El vínculo entre ambos no es nuevo. Según un portavoz de Markle, “a lo largo de los años, la duquesa ha llevado varios diseños de Pierpaolo. Han trabajado juntos estrechamente, colaborando en el diseño para momentos clave en el escenario mundial“.
Esta aparición, añadió, simboliza una continuidad creativa. “Ha admirado desde hace tiempo su artesanía y elegancia moderna, y esta noche no fue la excepción. Esta velada refleja la culminación de muchos años de arte y amistad, plasmados en su apoyo a la nueva etapa creativa de Pierpaolo en Balenciaga”.
La sorpresa, sin embargo, no vino sola. Algunos sectores del público criticaron su presencia en una marca aún marcada por la polémica de 2022, cuando Balenciaga debió disculparse por una campaña en la que niños posaban con osos de peluche vestidos con atuendos de estilo bondage.
“La ‘duquesa’ de la hipocresía: una mujer que dice defender los intereses de los niños, asistiendo a un desfile de una marca que hizo una campaña repugnante con ellos”, escribió un usuario en redes sociales. Otro comentó: “¿Por qué demonios iría a un show de Balenciaga? ¿Cómo puede una madre apoyar esa marca?”.
