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Hace un par de días el caso de Drayke Hardman impactó al mundo con un crudo testimonio. Con solo 12 años se quitó la vida debido al bullying que sufría desde más de un año en su colegio en Utah. Y ha sido la propia familia la que ha querido compartir su cruel experiencia en redes sociales para generar conciencia y evitar que vuelva a ocurrir.
Desde la arista que se tome esta historia, resulta desgarradora y cruel. Fue una de sus dos hermanas la que lo encontró, apenas con vida, tendido en el suelo de su casa luego de intentar suicidarse. Si bien la familia lo trasladó de inmediato a un hospital, su estado era crítico y murió al día siguiente.
Sus padres, Samie y Andy, compartieron su dolor en redes sociales, a través de mensajes y fotografías. Retratando la desolación por la que están pasando e insistiendo en la importancia de detectar el bullying. Al mismo que evidencian lo peligrosamente silencioso que puede ser.
“Este es el resultado de la intimidación. Mi hijo hermoso estaba peleando una batalla de la que yo no podía salvarlo. Es real. Es silencioso. Y no hay absolutamente nada que podamos hacer como padres para quitar este profundo dolor”, escribe la madre de Drayke en su perfil junto a la foto de su hijo en el hospital.
Y continúa, “¿Cómo un niño de 12 años que fue amado por todos piensa que la vida es tan difícil que necesita salir de ella?. “Ahora es mi momento de ser la voz de mi héroe, mi único hijo que nos fue arrebatado”, dice parte de la carta.
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Los padres de Drayke denunciaron que su hijo murió el 10 de febrero víctima de bullying durante más de un año por parte de un compañero del colegio. Y en una entrevista al canal KUTV, la madre dijo haber hablado con su hijo sobre lo que estaba viviendo. “¿Piensas sobre el suicidio, has pensado en hacerte daño?”, le preguntó Samie al niño. “No, no”, aseguró que fue la respuesta de Drayke.
Su madre reveló que el pequeño le aseguró que no tenía ese tipo de pensamiento o sentimiento. “Lo que sea que mi hijo estaba sintiendo, él estaba protegiéndonos de aquello. No quería que lo supiéramos y no quería que lo sintiéramos”, relató.
This story is heartbreaking. Everyone has a responsibility to break the cycle of bullying, we must do better to protect every life 💔https://t.co/09Ntrb5Q9G #doitfordrayke
— Samia (@samia_benbrih) February 14, 2022
La familia dice que habían informado al colegio del acoso, precisamente para buscar una solución. Pero el niño responsable del bullying solo fue suspendido temporalmente. Y el acoso no se detuvo. Un día regresó a casa con el ojo morado y le confesó a su hermana que fue durante una pelea con un compañero. Luego Drayke faltó a su clase de básquetbol, deporte del que era fanático, y horas después intentó suicidarse.
Los Hardman hicieron pública su historia con el objetivo de hacer un llamado a las familias a que estén alerta de las señales de intimidación que puedan estar sufriendo sus hijos. Además, pidiendo a los demás padres que enseñen bondad a sus hijos, iniciando una campaña con el hashtag #doitfordrayke.
Si bien días después han quitado parte del material y los mensajes que publicaron, la historia ha dado la vuelta al mundo.
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