Revista Velvet | El amor es una droga que dura 15 meses, según expertos
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El amor es una droga que dura 15 meses, según expertos

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El amor es una droga que dura 15 meses, según expertos

POR equipo velvet | 16 octubre 2023

El escritor francés Frédéric Beigbeder declaró en en 1997 que “el amor dura tres años”. Según el autor, durante el primer año, la novedad hace que la relación sea apasionante. Además, la adrenalina nos hace ignorar los supuestos “defectos” del otro. Luego, en el segundo, la pasión disminuye, por ende, hay menos sexo y comunicación. Y ya para el tercero, comienzan las diferencias, de ahí muchos términos o directamente conformarse. Ahora bien, ¿dice la ciencia al respecto?

En la actualidad, la neurociencia se atreve con la respuesta y según el ensayo “Neurocuídate” de Sara Teller, el amor duraría meses. De acuerdo a lo expuesto por la neurocientífica citada, en este “cóctel de drogas” que se libera con la pasión, se encuentra la norepinefrina, una de las hormonas que liberamos cuando sentimos estrés. El aumento de esta provoca taquicardia, palpitaciones, aumento de la presión arterial, la atención, la excitación sexual e incluso puede causar insomnio. Todas reacciones fisiológicas que podría explicar por qué las personas enamoradas sufren de ansiedad, explica Teller. “Como muchos de estos síntomas se perciben en el corazón, tal vez por eso se dice que el amor se halla ahí y no en el cerebro”, concluye la autora de Neurocuídate.

La antropóloga estadounidense Helen Fisher explica en su libro La Nueva Psicología del Amor, que sentirse perdidamente enamorado es un mecanismo de la naturaleza diseñado para apegarse a una pareja y procrear. En otra palabras, supervivencia. Eso sí, quien pasa enamorado constantemente ve sus facultades mentales alteradas, lo que podría perjudicar su trabajo y vida personal, ya que el cerebro no está funcionando normalmente.

Según Fisher, entre 12 y 18 meses después de enamorarse hay una “baja” de hormonas, provocando que el cerebro vuelva a su actividad normal. Al ocurrir esto, logramos ver más claramente a quién tenemos al lado. Ahora bien, aclara, que esto no significa que termine en apatía, porque también puede guiarnos a un amor sereno y sostenible. Coincidiendo con aquella idea de que primeros meses de enamoramiento son como una especie de psicosis temporaria, que no permite al enamorado pensar de forma racional y objetiva, idealizando al otro.

Para la neurociencia, tras superar la fiesta de hormonas que suben y bajan en la etapa inicial, y quedarnos con la misma persona, la bioquímica cerebral vuelve a cambiar. Así, a medida que disminuyen la dopamina y la noradrenalina, la corteza prefrontal recupera su actividad y el hipotálamo se calma. Y cuando la pasión se equilibra, es cuando podemos analizar dónde estamos y cómo nos proyectamos con esa persona. Entonces, si la pareja avanza, se libera oxitocina, la hormona de la confianza o del apego. Y a partir de entonces son otras cosas las que entran en la fórmula, tales como el respeto, la intimidad, metas en conjunto, el compromiso, etc. Algo que, según la neurociencia, también puede ocurrir en la relación de una persona con su perro.

Para que la pasión no disminuya, hasta que la pareja logre convertirse en esa relación madura, hay que estimular la testosterona y la dopamina. Lo primero, se logra con una vida sexual activa, mientras que lo segundo, haciendo cosas en pareja. Además, el neurocientífico Eduardo Calixto dice que el cerebro tiene tres requisitos para una relación a largo plazo: Tu pareja debe gustarte físicamente, necesitamos admirar a nuestro compañero y que la pareja tenga éxito profesional.

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