Revista Velvet | Contagio emocional: ¿Qué es y cómo evitarlo?
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Contagio emocional: ¿Qué es y cómo evitarlo?

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Contagio emocional: ¿Qué es y cómo evitarlo?

POR Sole Hott | 01 julio 2020

Con la llegada de la pandemia también llegó el distanciamiento social como principal medida para evitar el contagio. Sin embargo, en tiempos de encierro hay otros distanciamiento que se debería considerar para otro contagio. Aquel de tipo emocional.

Los sentimientos y las energías también se contagian. Si se trata de emociones positivas, no hay problemas, pero cuando son negativas la propagación puede ser muy perjudicial para la salud mental de las personas. Y es que en medio de un ambiente de ansiedad, angustia e incertidumbre, es muy probable encontrarse energía más bien negativa.

Según los expertos no todas las personas tienen la capacidad de crear una barrera poderosa ante dichos sentimientos. Algunos son más débiles y sin querer dejan entrar los pensamientos negativos. El contagio emocional puede ser a través de las redes sociales, una videollamada o cara a cara, y es silencioso, por lo que las personas suelen darse cuenta tarde.

Los especialistas explican que sucede cuando alguien se encuentra y siente bien antes de hablar con una persona, y luego de la conversación se sienten mal. Se siente un agobio repentino, un pesar. Después de esa llamada o conversación nos puede invadir una carga emocional negativa sin razón y que no nos pertenecen, ya que son propias de la otro.

La otra persona se descarga, y quien se contagia recibe todas esas emociones negativas. Y así como el coronavirus, aseguran que hay personas más vulnerables a contagiarse como aquellos con mayor capacidad para contagiar, por lo que se deben poner filtros emocionales.

La sugerencia de los expertos es evitar el contacto con estas personas, si es que se puede. Ahora, si son personas con las que se conviven toca trabajar esa energías negativas para que no afectan al círculo cercano. Es decir, que se pueda desahogar o descargar, pero sin la carga de emociones. Que relaten las cosas de otra forma o cambiar el tema.

Ahora, para que esto ocurra se necesitan de ciertos receptores, las neuronas espejos descubiertas en 1996. Ellas son las que nos permiten sentir lo mismo que la otra persona sin hablar. Son las mismas que hacen que una madre sepa lo que su guagua necesita o quiere.

También aclaran que empatía y contagio emocional no es lo mismo. El primero es comprender las emociones del otro y ponerse en su lugar, pero el segundo es desprenderse de los sentimientos propios para adoptar los ajenos.

Sara Konrath, profesora de la Escuela de Filantropía de la Familia Lilly de la Universidad de Indiana, dijo que “sentir de manera abrumadora exactamente lo que siente otra persona cuando está molesta es en realidad algo centrado en sí mismo y puede conducir a la depresión y poco bienestar”.

El contagio, en cambio, suele provenir de personas que están mal todo el tiempo. Y no se trata de una situación en particular, por lo que los expertos recalcan que hay que “Aprender a regular nuestras emociones y tener la capacidad de tolerar la negatividad es muy, muy importante para la empatía madura”, agrega Konrath.

 

 

 

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