Revista Velvet | ¿Conoces los alimentos refugio?
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¿Conoces los alimentos refugio?

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¿Conoces los alimentos refugio?

POR Sole Hott | 29 diciembre 2020

El aroma de un pan recién salido del horno con un poco de mantequilla, esa leche con ColaCao, el olor de la comida de tu casa o cualquier comida que te de esa sensación de familia y seguridad. Y en este año pandémico no es de extrañar que los antojos por ese tipo de comida hayan aumentado, los que han sido denominados por los expertos en nutrición como “alimentos refugio”.

Es más, desde Doctoralia los definen como “alimentos que se consumen buscando experimentar ciertas emociones o sentimientos que tenemos relacionados con ese alimento y que tenemos almacenados en la memoria”. Y agregan que esto está relacionado con el hipocampo, que “es como un disco duro de memoria selectiva, por lo que olores, sabores y sensaciones de la infancia quedan almacenados ahí y vamos a recurrir a ellos en busca de ese bienestar o sensación de protección”.

Además, explican que si se tiene las necesidades básicas como alimentación cubiertas, es entendible buscar el placer en la comida. Y los “alimentos refugio” son precisamente aquellos capaces de proporcionar placer y transportarnos a un momento mejor. De esta forma, consumirlos da seguridad, como si se tratara de un refugio.

Refugio, rico, pero no tan saludable

Ante un panorama incierto, como la pandemia, la mente trata de protegernos y recurre a lo conocido. De ahí que muchas veces y de forma inconsciente se vuelva a esa comida que nos hacía sentir como en casa. Además, en momentos difíciles o cuando nos sentimos mal, el cuerpo exige endorfinas y alimentos como el chocolate, el helado y los dulces, entre otros, son los que más liberan esa hormona. Lamentablemente, suelen ser también los más calóricos.

Pero el que tengan calorías extra no es lo único malo. A nivel más específico, estos alimentos producen picos de glucemia, y al aumentar la glucosa en la sangre, después viene un pico de insulina. Al ocurrir esto, el cuerpo capta el exceso de glucosa y lo lleva al resto de los tejidos. Entonces, se produce una hipoglucemia y la sensación de hambre vuelve, repitiéndose todo de nuevo.

El problema con los “alimentos refugios” no es que existan propiamente tal, sino más bien el tipo de comida que es y el por qué recurrimos a ellos con frecuencia. Además, según varios estudios, existe una relación entre nuestros hábitos alimenticios y el recuerdo con el que vinculamos cada alimento.

¿Cómo evitar la tentación?

Los expertos coinciden en algunos consejos para caer en aquellos “alimentos refugio”. Como, por ejemplo, no confundir el hambre con sed, el cual es uno de los errores más comunes. Por lo mismo, recomiendan siempre tomar agua antes de tentarse con algo, por si acaso solo se tratara de sed.

Huir de la cocina es otra de las sugerencias. Muchas veces es como si el refrigerador nos hiciera señas, pero puede ser solo aburriemto. Intenta mantenerte ocupado y si no es hora de comer, ni te aparezcas por la cocina.

La fruta puede ser un excelente recurso, o bien, identificar el momento en el que cuerpo te pide aquellos “alimentos refugio” y analizar cuál es el sentimiento o emoción que queremos enterrar. Según los expertos, esta es la clave. Y recuerdan que otra manera de generar endorfinas es practicar deporte.

 

 

 

 

 

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