Revista Velvet | Como y viajo: Orlando, una gran aventura
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Como y viajo: Orlando, una gran aventura

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Como y viajo: Orlando, una gran aventura

POR Pablo Schwarzkopf | 13 octubre 2025

Entre vértigo, nostalgia y fantasía, en Orlando se vive de sol a sol. Y justo por eso, las pausas, el descanso y la buena mesa se vuelven tan importantes como la adrenalina.

Una semana completa en Orlando es como subirse a una montaña rusa que no se detiene. Cada día empieza temprano y termina tarde, con el cuerpo rendido y la cabeza llena de dragones, castillos iluminados, gritos y ese aroma a caramelo, mantequilla y tocino.

El viaje es un verdadero maratón. Epic Universe, Universal Studios, Islands of Adventure y Volcano Bay son capítulos distintos de la misma película; mundos que se abren uno tras otro y hacen sentir que la realidad quedó en pausa.

Dónde dormir

Loews Sapphire Falls Resort

Después de horas recorriendo entre magos, dragones y montañas rusas, no basta cualquier hotel, se necesita un verdadero refugio. El Loews Sapphire Falls Resort, dentro del complejo de Universal, ofrece exactamente eso. El lobby lo anuncia de inmediato con sus lámparas colgantes y techos altos que evocan el Caribe, todo luminoso, fresco y amplio. Las habitaciones mantienen ese mismo aire relajado en tonos azules, con camas cómodas y vistas a los parques o a la piscina. Esta última, rodeada de palmeras, es otro mundo. Más bien, un oasis. Aquí mi recomendación es pedir un Spicy Margarita y flotar sin preocupaciones bajo el sol.

En materia de cocina, Amatista Cookhouse marca la diferencia: su arroz con mariscos merece mención especial, mientras que por las mañanas sus omelettes recién hechos son tan contundentes como sabrosos, la mejor manera de cargar energía para el día.

Y lo más cómodo: la conexión directa a los parques. Desde el muelle del hotel, un bote lleva en minutos al corazón de Universal. Esa facilidad —sumada a la entrada anticipada a los parques (Early Park Admission)— cambia por completo la experiencia.

Porque si algo aprendí en Orlando, es que cada minuto cuenta, y aquí dormir no es solo descansar, es ganar tiempo para seguir soñando.

Dónde disfrutar

Universal Epic Universe

Epic Universe no se parece a nada que haya visto antes. No es solo nostalgia y tecnología, es entrar a mundos tan bien diseñados que uno olvida que está en un parque.

Cada esquina está pensada, cada emoción aparece sin aviso y el cuerpo queda marcado por la intensidad de lo vivido.

Partí por Super Nintendo World. Mario Kart fue un sueño cumplido: Peach, Toad, Bowser y compañía en una carrera que todavía siento en la piel. El área de Donkey Kong es pura energía, alegría desbordada y una montaña rusa que salta de los rieles.

Después llegó Berk, el mundo de Cómo Entrenar a tu Dragón.

Aquí vuelan dragones, crujen maderas, se siente el agua y el fuego. El show es precioso, pero el encuentro con Chimuelo —rodeado de niños gritando felices— es lo que realmente emociona. Lo más fuerte vino en el Ministerio de Magia. Entrar en Place Cachée, la París mágica de los años 20, y luego subir en chimeneas al Ministerio Británico en Battle at the Ministry fue una de esas experiencias que te dejan al borde de las lágrimas. Marionetas, criaturas, ascensores omnidireccionales y un guión impecable.

El Celestial Park abre el corazón del parque, con jardines y esculturas que parecen respirar. En el centro, la Stardust Racer, una doble montaña rusa que me dejó temblando y con una mezcla de gritos y risas imposibles de repetir. En el Dark Universe, entre Drácula y Frankenstein, me rendí a la oscuridad y repetí la atracción sin pensarlo.

Volvano Bay

Si Epic Universe es vértigo y Islands of Adventure pura acción, Volcano Bay es ese paréntesis tropical que equilibra el viaje. Un parque acuático donde la ambientación hawaiana–polinésica es tan protagónica como sus atracciones.

El volcán Krakatau se alza en el centro como un faro, iluminándose y lanzando agua, mientras alrededor se despliegan playas de arena blanca, piscinas cristalinas y toboganes para todos los niveles. Desde los más extremos —que dejan el corazón en la garganta— hasta corrientes suaves donde flotar con calma.

Vale la pena reservar una cabaña exclusiva, porque transforma la experiencia: un refugio privado para dejar tus cosas, descansar entre atracción y atracción, y disfrutar del parque sin apuro. Fue la clave para vivirlo a fondo.

En lo gastronómico, hay una postal que se roba las miradas: el arroz frito con camarones servido en una piña, acompañado de coctéles tropicales que refuerzan la ilusión de estar en una isla del Pacífico.

La gran ventaja es que, como en todos los resorts de Universal, el acceso es directo: buses y taxi flotante conectan con Epic, Studios, Islands y CityWalk. Además, con la entrada anticipada (Early Park Admission), se aprovecha el parque desde la primera hora.

Universal Studios Florida

Un clásico y el parque que mejor mezcla nostalgia con adrenalina. Aquí, volar en bicicleta con E.T. me devolvió directo a la infancia. Una atracción que se mantiene intacta desde los inicios del parque con esa magia que no envejece.

En Springfield, el mundo de Los Simpson cobra vida con la cerveza Duff en la Taberna de Moe, la rosquilla gigante de Homero y su estética de caricatura.

Pero también hay vértigo. En el Callejón Diagon, Escape from Gringotts sorprende con un recorrido lleno de giros y efectos visuales que te meten de lleno en el mundo de Harry Potter. Y en la Hollywood Rip Ride Rockit, la música elegida acompaña una caída inicial que acelera el corazón y deja la sonrisa congelada hasta el final.

Island of Adventure

Si tuviera que definirlo en una frase sería: pura acción. Aquí la adrenalina manda y cada atracción parece diseñada para empujarte un poco más al límite. Hagrid’s Magical Creatures Motorbike Adventure fue, sin dudas, la montaña rusa más divertida del viaje. Esa mezcla de giros inesperados, velocidad y la sensación de estar dentro del Bosque Prohibido la convierten en una joya difícil de olvidar.

En Jurassic Park, la VelociCoaster se lleva el título ganador para mí. Persecuciones de raptors, caídas imposibles y un vértigo sostenido que no da tregua. Y sí, me subí a la montaña rusa de Hulk. Confieso que los primeros segundos, con esa salida brutal, los pasé mal. Pero después vinieron las carcajadas, las vueltas y la sensación de haber enfrentado un clásico que no podía dejar pasar.

Dónde comer

Mythos, el más premiados de los parques a nivel mundial

Después de varios días de parques, entre tanto aroma a caramelo, mantequilla y tocino, Mythos es un respiro necesario. Este restaurante  premiado como el mejor dentro de un parque temático en el mundo— sorprende con su puesta en escena mítica y un menú que mezcla lo mediterráneo con lo asiático y estadounidense. Su Spiced Charred Octopus, el Pad Thai con pollo y camarón y el Catch of the Season demuestran que incluso en medio de montañas rusas hay cocina de nivel. Una copa de Riesling y el descanso en sus salones hacen que uno se sienta en otro viaje, más calmado, más elegante.

Islands of Adventure.

Chuan Fu, Sichuan y se acabó

Recomendación de mi querido chef Víctor Muñoz y reconocido por Michelin, Chuan Fu es, para muchos, el mejor Sichuan de Orlando. Y no hay que perder tiempo en los aperitivos fritos, aquí la clave está en platos con carácter. El Sichuan Wonton abre la mesa con un picante justo; la ensalada de pepino al ajo refresca y prepara para la intensidad del Beef Tenderloin y los Dandan Noodles. El Twice Cooked Pork es pura tradición, con ese equilibrio de grasa, crocancia y salsa penetrante que se queda en la memoria. El salón puede parecer sencillo, lleno de familias y grupos de locales, pero la contundencia de su cocina manda más que la decoración.

@chuanfuwinterpark www.chuanfuorlando.com 1035 N Orlando Ave Ste 105, Winter Park. Florida

Domu, sus alitas para no olvidar

Fuera del circuito de parques, Orlando tiene una joya de ramen: Domu. Un comedor con vibra noventera y personalidad propia, donde Sean “Sonny” Nguyen llevó su sueño al máximo. Aquí no se viene por un ramen cualquiera, se viene por el Richie Rich: caldo de miso-shoyu con chashu, huevo bruleado y el toque del domudama que lo hace inolvidable.

Sus Domu Wings, bañadas en mantequilla de kimchi, son consideradas las mejores alitas de la ciudad. Para rematar, un Lychee Martini con boba estalla en la boca y deja claro por qué este lugar es semifinalista del James Beard 2025.

@domuf 7600 Dr Phillips BLVD #14 Orlando, Florida

Orlando no es solo adrenalina: es descanso, buena mesa, fantasía y detalles que se quedan grabados. Es un viaje que exige cuerpo y recompensa alma. Y para mí, fue también el cierre de un sueño que me acompañaba desde niño. A mis 41 años, me encontré en medio de dragones, magos y ramen, feliz de haberlo vivido como se vive lo bueno: intensamente y sin pedirlo.

 

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