“Dile a papá que me voy de la ciudad. Hace tiempo tuve una amiga a la que quería de verdad. Mil pedazos de mi corazón volaron por toda la habitación”. Tres líneas de tres hits que los adolescentes de habla hispana cantaron hasta aburrirse durante los años noventa. Una española de origen danés la rompía con su voz arrulladora, vestida de negro, pelo largo rubio, piel blanca y cargando una guitarra muy rockera. Se acompañaba de un grupo que llamó Los Subterráneos y hasta estuvo con gran éxito en el Festival de Viña del Mar.
Sus canciones fueron himnos especialmente para las jovencitas de esos años que se las querían dar de rebeldes y contestatarias. Para la época, Christina Rosenvinge fue una suerte de Alanis Morissette, rubia y cantando en español. Treinta años después, y a modo de aniversario, Christina vuelve a ese disco llamado Que me Parta un Rayo. Aquel que la hizo conocida en todo el mercado en español y celebra un trabajo musical que nos regaló parte importante del cancionero de toda una generación.
“En la historia de la música hay discos que se presentan como imprescindibles para entender mucho más que el universo de sus canciones. Que me parta un rayo marcó un antes y un después en el panorama nacional e internacional. A través de diez canciones, hoy convertidas en himnos transgeneracionales, conecté con las mentes y corazones de un público huérfano de referentes femeninos ante la mirada de un sistema que era mayormente masculino”, dice la cantante. Quien después de este éxito, sacó un par de canciones más como Alguien que Cuide de Mi (también de este disco) y Pálido (del siguiente), y, al menos para el público, luego desapareció del mapa.
Es que Christina se volvió under. Se fue a los Estados Unidos, sacó discos en inglés, y solo volvió al mercado hispano parlante con su disco Tu Labio Superior. Y cue con su single La Distancia Adecuada, se reencontró con su público, sus canciones volvieron a sonar en las radios y Christina, ahora ya sin Los Subterráneos, volvía a Chile realizando exitosas giras de conciertos con un público entre nostálgico y mucho más sofisticado a su nueva onda musical.
Pero 30 años no son poca cosa y Christina lo sabe bien. Quiere celebrar aquel disco y aquellas viejas y grandes canciones. Y lo hará acompañada de Los Subterráneos. Porque regresa a Chile, como parte del line-up del Festival Primavera Sound para presentar Que Me Parta un Rayo, y tal como lo ha anunciado ella misma en sus redes, cantará el disco de manera íntegra. Y quizás algo de sus nuevos hits. Un panorama imperdible para los que fueron adolescentes en los noventa y siguen a Christina en sus nuevos rumbos musicales. Las entradas se pueden conseguir a través de PuntoTicket.