Con Kate Middleton en una larga recuperación tras su cirugía abdominal y el ingreso del rey Carlos III al quirófano, lo cierto es que la pregunta sobre quién lo reemplazará se hace inminente. El príncipe William está con todos sus ojos sobre su esposa y su agenda se verá reducida, por lo tanto, las miradas recaen en los otros royals.

El diario The Times hizo público el cuestionamiento de muchos, con el fin también, de informar sobre qué ocurre en estos casos. Tanto la princesa de Gales como su suegro, pospusieron sus compromisos hasta nuevo aviso, entonces, ¿quién debe sustituir al monarca? ¿Es realmente necesario?

“William cancelará también todos los compromisos durante la estancia de Kate en el hospital y reducirá su trabajo en los próximos meses para apoyar la recuperación de su esposa en casa”, confirmó The Times.

El rey Carlos III, por su parte, se someterá la próxima semana a una intervención quirúrgica por un problema “benigno” de próstata. Por esta razón, y el procedimiento de Kate, se ha hablado del “consejero de Estado”.

De acuerdo a las leyes de la monarquía británica, se trata de un miembro de la familia real en quien el soberano delega algunas de sus funciones en caso de enfermedad o viaje al extranjero.

Siguiendo esa línea, los cinco consejeros de Estado son la reina Camila y los cuatro primeros miembros de la familia real mayores de 21 años en el orden de sucesión al trono, o sea, los dos hijos del rey, William y Harry; el príncipe Andrés y la hija mayor de éste, Beatriz. Sin embargo, hay ciertos reparos al respecto.

“El palacio de Buckingham ha tomado medidas discretamente para evitar que los príncipes Andrés y Harry actúen como sustitutos del rey. El primero renunció a sus deberes reales en noviembre de 2019, mientras que el segundo abandonó su papel real en 2020 para mudarse a Estados Unidos”, aclara The Times.

“Ambos siguen siendo consejeros de Estado, pero el rey, discretamente, tomó medidas para marginarlos, en una decisión tomada poco después de ascender al trono”, agrega el diario.

En el caso del príncipe Harry, él y su esposa, Meghan Markle, decidieron dejar su rol activo en la realeza al trasladarse a Estados Unidos. Mientras que el príncipe Andrés renunció a sus obligaciones reales debido a su conexión con Jeffrey Epstein, acusado de graves delitos sexuales.

Por lo mismo, en 2022, el Parlamento británico adoptó una ley que dice que “solo los miembros activos” pueden actuar como consejeros de Estado, aún cuando los no activos mantengan sus títulos. Mediante ésta, Carlos III decidió darle la función de consejero de Estado a sus otros dos hermanos, los príncipes Ana y Eduardo.

Sin embargo, el Palacio de Buckingham, anunció que el Rey no necesitará de sus consejeros de Estado. Algo con lo que los expertos no están de acuerdo. Es más, Craig Prescott, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Londres, cree que debería pensar en un plan alternativo.

“Siempre es bueno tener un Plan B. No supone un gran esfuerzo firmar cartas, necesarias para nombrar consejeros, pero el Rey tendría que hacerlo como medida de precaución”, afirmó Prescott al The Times.