La vida de Bruce Willis nunca fue como hasta 2022, año donde se le diagnosticó que sufría de una afasia que derivó en una demencia frontotemporal. Una patología causada por una suma de trastornos cerebrales que afectan los lóbulos frontal y temporal, y que provocan alteraciones en el pensamiento y en la conducta. Ayer, el emblemático actor alejado del mundo del cine y de las películas, cumplió 69 años.
Debido a este delicado estado de salud, Willis aparece poco por las redes sociales. De hecho, la última imagen suya pública data de febrero pasado. Y fue cuando su ex mujer, Demi Moore, publicó en su Instagram un carrusel de fotos con imágenes del cumpleaños número 30 de su hija Tallulah. Fue en ellas donde se ve al actor siempre sonriente pero bastante desmejorado, y acompañado de sus tres hijas.
Lo cierto es que la familia se ha unido más que nunca durante estos últimos dos años. Y es que por lo que se sabe, Bruce está “irreconocible” y viviendo sus peores días en los que ya no reconoce a sus seres queridos. “Nadie sabe cuánto tiempo le queda”, aseguró una fuente cercana a la familia a la revista US Weekly.
Esta llamada demencia frontotemporal avanza rápidamente y es por eso que sus familiares buscan “pasar el máximo tiempo posible junto a él”, comentó la misma fuente a dicha publicación. Tanta conmoción ha causado el caso del actor, que su actual esposa, Emma Heming, ha pedido públicamente que no se estigmatice esta enfermedad.
Y a pesar de reconocer que lo más importante es encontrar a la persona enferma en el momento en el que está y desprenderse de expectativas y de recuerdos, por su parte su ex, Demi Moore aseguró que el amor sigue estando presente: “Cuando dejas ir a la persona que fueron, o a la persona que te gustaría que fueran, entonces podrás vivir el presente y disfrutar de ese amor que está presente, del que te dan por cómo son”, dijo en un podcast junto a las actrices de la serie Feud: Capote versus The Swans, donde la emblemática actriz retorna a la pantalla.
Por su parte, Emma Heming quiso corregir algunas ideas erróneas que las personas tienen respecto a las enfermedades neurodegenerativas. “Hay que dejar de asustar a la gente haciéndoles pensar que una vez que reciben un diagnóstico de algún tipo de enfermedad neurocognitiva, se acabó”. Según su propia experiencia, Heming confiesa en un caso así, el dolor y el amor profundo, la tristeza y la conexión, el trauma y la resiliencia, se pueden sentir al mismo tiempo.