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El pasado viernes 12, la denominada princesa del pop Britney Spears ha vuelto a ser “libre” después de 13 años, luego que una jueza pusiera punto final a la tutela legal que recaía sobre ella y su patrimonio, avaluado en unos 60 millones de dólares. Tras el fallo, el abogado de la artista Matthew Rosengart informó que la decisión judicial entra en efecto “de inmediato”. “Lo que sigue ahora para Britney, y esta es la primera vez que se puede decir esto en aproximadamente una década, depende de una sola persona: Britney”, dijo Rosengart a la salida de la Corte de Los Ángeles, donde recibió una fuerte ovación de los centenares de seguidores de la cantante congregados en el lugar. Rosengart aseguró estar muy orgulloso del “coraje, aplomo y valentía” de Britney durante el proceso judicial y señaló que el testimonio de la artista ha ayudado a visibilizar acerca del abuso de las tutelas legales en los Estados Unidos.
Minutos después de que la jueza diera a conocer su veredicto, hablara, la cantante de 39 años expresó a través de su cuenta de Instagram que este viernes ha sido “el mejor día” de su vida. “¡Dios mío, amo tanto a mis fans que es una locura! ¡Creo que voy a llorar el resto del día! El mejor día de mi vida, alabado sea el Señor. ¿Puedo recibir un amén?”, escribió la súper estrella.
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El mensaje iba sumado a un vídeo en el que pueden verse decenas de sus seguidores celebrando la decisión de la jueza Brenda Penny, que determinó el fin de la tutela legal de Britney. El presente fallo significa una nueva victoria para la cantante, quien en junio pasado se pronunció por primera vez en contra de su padre, Jamie Spears, dejándolo inhabilitado de ser su tutor en septiembre por orden de la misma jueza. La custodia de la artista se había mantenido desde entonces a cargo de un funcionario del estado de California y no ha sido hasta este viernes cuando ha quedado finalmente libre de cualquier tutela legal.
Otro que reaccionó rápidamente fue el novio de la cantante, el personal training Sam Asghari, que subió una fotografía en su cuenta de Instagram con la palabra “Libertad”. “Hoy se ha hecho historia. Britney es libre”, haciendo un guiño al movimiento #FreeBritney, una campaña que se ha viralizado en redes sociales, especialmente durante los últimos meses. La presión de los fans para exponer detalles de la tutela legal comenzó en 2019, después que Britney se negara a seguir presentándose en Las Vegas y que ingresara en una clínica de rehabilitación.
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El caso dio un giro en septiembre después de que el New York Times publicara un reportaje con declaraciones de tres personas que habían trabajado para la artista durante su tutela: un empleado de seguridad, una asistente y su jefa de vestuario. Entre los testimonios más dramáticos, el ex empleado de seguridad confesaba que el padre había mandado a poner micrófonos en la casa de Britney, con el fin de interceptar sus llamadas y mensajes, incluyendo las comunicación con su propio abogado y sus hijos.
